A CAUSA DE LAS NORMATIVAS
Luca de Meo, CEO de la marca, ha anunciado cómo cambiará el modelo de negocio: el objetivo último es sustituir los coches diésel por modelos híbridos.
No es la primera ni será la última. Renault ha decidido seguir la misma senda que ya han recorrido otras marcas de coches: ha decidido no desarrollar nuevos motores diésel y adaptará sus actuales generaciones a la normativa para, en última instancia, terminar sustituyendo estos modelos por vehículos híbridos. Así las cosas, Renault comienza a despedirse del diésel.
Así lo ha anunciado Luca de Meo, CEO de Renault, ante la junta de accionistas del fabricante galo. Unas intenciones de las que se ha hecho eco Autonews y que desvelan cuáles serán los próximo pasos en la estrategia que ha diseñado para la marca. Dentro de su plan de recuperación y recorte de costes hay sitio para un cambio en el modelo de negocio. El objetivo es abandonar de forma progresiva el diésel para centrarse en los propulsores de gasolina y en los sistemas híbridos.
La tendencia del mercado
El primer paso que dará Renault para ello será recortar la inversión en nuevos motores diésel: a corto plazo no habrá partidas para nuevos bloques así que evolucionarán y adaptarán los existentes a las actuales y futuras normativas. No veremos una nueva generación de estos propulsores, pero esto no quiere decir que van a desaparecer de forma inmediata.
Lo cierto es que se trata de una decisión lógica. La tendencia del mercado apunta a motores de gasolina e híbridos así que es razonable decantarse por una adaptación en lugar de llevar a cabo un nuevo desarrollo con la costosa inversión que eso supone. Queda por ver de qué manera acondicionará los dCi para cumplir con los nuevos estándares.
Dos modelos
Y es que las normativas de emisiones son las que han propiciado esta decisión. Actualmente los límites ya son bastante exigentes con las marcas de coches y en un futuro el listón bajará aún más con la llegada de la Euro7. Tanto es así que muchas marcas, entre las que está Renault, han ido eliminando o reduciendo su oferta de motores diésel de forma progresiva.
En el caso de los franceses, los únicos que resisten son el Renault Koleos y el Renault Mégane, que en su próxima generación se convertirá en un modelo cien por cien eléctrico. Y es que modelos como el Renault Clio, Captur y Arkana se han despedido definitivamente del diésel para sustituir esos modelos por los nuevos E-Tech.