LA ARENA DEL FUTURO EN ITALIA
Para asegurar el futuro de la movilidad 100% eléctrica, será clave garantizar que se avanza en áreas clave como son la autonomía de los vehículos y la capacidad de recarga de los automóviles.
La movilidad 100% eléctrica puede que tenga su expansión completa al parque automotriz del futuro en caso de conseguir solventar las actuales limitaciones que puede traer para la misma la imposibilidad, actual, de llevar las infraestructuras de carga a todos los lugares. Es, por ello, que muchos fabricantes se han asociado con empresas tecnológicas para poner a prueba la posibilidad de cargar sus vehículos a través de la inducción mientras se circula en carretera.
El Grupo Stellantis es uno de esos conglomerados que han apostado por esta tecnología y en su colaboración con A35 Brebemi (empresa filial del grupo mexicano Aleatica), ya se encuentra probando en el Circuito de pruebas que es conocido como 'Arena del Futuro', en un nombre que no deja de reflejar la importancia que tiene el proyecto en lo que será la movilidad terrestre en el futuro. De conseguir unos resultados prometedores, se puede estar frente a la solución para dos de los principales lastres de los vehículos alimentados por baterías, e incluso potenciar las opciones de los híbridos ya que se podría aumentar “la autonomía” y “reducir los tiempos de carga”.
La tecnología que se está poniendo a prueba en esta pista de test italiana permite precisamente la transferencia inalámbrica de energía para recargar las baterías de los vehículos que se encuentran circulando por la carretera, sin ningún tipo de necesidad de cable o de sistema extensor como pueden llevar otros transportes eléctricos.
Stellantis asegura que los resultados están siendo prometedores y que “a velocidades propias de una autopista, el Fiat 500 eléctrico puede dar vueltas a la Arena del Futuro sin consumir energía proveniente de su batería”, simplemente empleando la que proviene del asfalto, casi como si de un Scalextric gigante se tratara. La carretera que está situada en Chiari, Italia, se trata de una pista de 1.050 metros de longitud que cuenta con un sistema DWPT (transferencia inalámbrica de energía) que se basa en unas bobinas situadas bajo el asfalto que son alimentadas por 1 MW de energía y que permiten cargar los vehículos
En las pruebas no sólo están participando turismos o coches de corte urbano como puede ser el Fiat 500 eléctrico, sino que, con la implicación de fabricantes como IVECO, también se está estudiando su implementación en autobuses o camiones. Los estudios también han confirmado que este tipo de sistemas con campos magnéticos no tienen un impacto negativo en la salud de los ocupantes de los vehículos.