MOTOR V12 ATMOSFÉRICO
Aunque Ferrari sigue hablando de él como un deportivo, el Purosangue nace con el atractivo de ser el primer SUV de la marca italiana
Se acabó la espera. Este martes 13 de septiembre estaba marcado en el calendario de más de uno ya que se trataba de un momento único dentro de la historia del automovilismo, la fecha elegida por parte de Ferrari para mostrar su Ferrari Purosangue, lo que es sin lugar a dudas toda una revolución dentro de la compañía italiana al tratarse del primer SUV del fabricante, por mucho que en Maranello parece no gustar demasiado encuadrarlo dentro de un segmento donde ya se encuentran otras propuestas de sus rivales, entre ellos Porsche o Lamborghini.
Dejando esto de lado el Purosangue recibe buena parte de esos rasgos estilísticos empleados por la marca en su época más reciente en modelos como los Ferrari Monza SP1 y SP2 o el Ferrari Roma, pero respetando ese diseño inconfundible proveniente del país transalpino. Este ‘deportivo’ en altura, cuenta con carrocería cuatro puertas, una frontera que precisamente Porsche cruzó hace mucho tiempo con conceptos como el Panamera, el Cayenne o el Macan. Desde Ferrari precisamente han aludido a que se había convertido en prácticamente una petición popular por parte de sus clientes que se han visto obligados a satisfacer.
Por si alguien ha llegado a este punto y sigue preguntándose por el motivo de la elección de dicho nombre, evidentemente Purosangue hace referencia directa a que se trata un “Pura Sangre” de la firma del cavallino rampante, en una señal inequívoca de que Ferrari ha querido dejar muy claro que se trata de un hijo legitimo de la marca y no una apuesta independiente que no conserva ese ADN deportivo asociado a sus coches.
Motor V12 y más de 725 CV disponibles
Y es que, si echamos un vistazo a sus capacidades técnicas, parece evidente que el motor V12 atmosférico con ángulo de 65º elegido con una capacidad de 6,5 litros, una potencia de 725 CV y un brutal par máximo de 716 Nm (disponible ya desde las 2.200 rpm) serán suficientes como para pasar a ser una de las referencias dentro de su segmento a pesar de que no deja de tener un peso en orden de marcha de 2.180 kilogramos.
Las cifras de prestaciones lo sitúan como una bestia capaz de completar la aceleración de 0 a 100 Km/h en apenas 3,3 segundos, completando el 0 a 200 en 10,6 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 310 km/h. En lo referente a la transmisión, contará con una caja de cambios automática de ocho relaciones y doble embrague.
Ferrari no suele ser muy amiga de lanzar posteriormente media docena de ediciones especiales de un mismo modelo, pero en el caso de que llegue una variante todavía más prestacional, sus condiciones serán de absoluto infarto. Aun así, aquí podemos decir que aquí la firma ha jugado con la ventaja de haber sabido esperar, darse el tiempo necesario para saber las cartas de sus contrincantes y hacer una fórmula que desde luego parece lo suficientemente interesante como plantarles cara desde el arranque de su comercialización.
La suspensión activa clave del Purosangue
Por si fuera poco, el primer Ferrari de cuatro puertas a comercializarse debía contar también con un desarrollo para hacerlo lo más efectivo posible en su conducción, por lo que se ha optado por crear una suspensión activa junto al especialista Multimatic que se espera que haga que los conductores se olviden de que están conduciendo un SUV, para pasar a sentir que están simplemente sentados en el último Ferrari creado. Además, esta dará la opción de reducir la altura en el momento en el que la aceleración lateral en nuestra marcha supera una G.
En el interior, Ferrari ha optado por la ya conocido y probado y ha adaptado el puesto de conducción del Ferrari SF90 Stradale al Purosangue, aunque evidentemente la verdadera novedad es que su configuración de asientos no deja de ser un 2+2 que únicamente deja espacio para los cuatro ocupantes, los cuales irán sentados en este caso en sus respectivos asientos deportivos. La pantalla pasa a estar desplazada, en este caso protagonizada por una de 10,2 pulgadas que llevará el copiloto justo delante suyo y dejará precisamente esa vista central del salpicadero completamente limpia.
En cuanto al precio, el Ferrari Purosangue se espera que esté en torno a los 390.000 euros teniendo en cuenta los impuestos, aunque, por el momento, no se anunciado lo que costará para el mercado español el primer no-SUV de los de Maranello.