LA TRAMPA PARA CONDUCTORES DESPREVENIDOS

Calles estrechas y coches grandes, un peligro con nombre: estenofobia

Si alguna has conducido por una calle estrecha y has creído que podías pasar, piénsalo dos veces.

A veces nos empeñamos en ir en coche a cualquier sitio. Pero algunas calles no están hechas para ellos, y pasa lo que pasa: coches atrapados y calles desconchadas. "Que sí, que cabe. Que pasamos fijo", llegamos a decir.

Y no, luego no pasamos y nos toca salir del vehículo por el único hueco disponible: la ventanilla. Uno de los grandes protagonistas en España de estos casos es el granadino barrio de El Albaicín. Pero no es el único. Toledo, Sevilla y multitud de pueblos pequeños han sido la trampa definitiva para muchos conductores desprevenidos.

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