PREMIO A UNA VIDA DEDICADA A LA FILOSOFÍA Y LA LITERATURA

Emilio Lledó, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

El filósofo, humanista y académico Emilio Lledó recibe el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015. El galardón distingue la dilatada carrera de un hombre volcado en la investigación filosófica y en la literatura como forma de vida.

Lledó, nacido en Sevilla en 1927, destaca por su vital defensa del libro, el lenguaje, la enseñanza de las humanidades y la memoria. Está considerado un ensayista y divulgador de alto nivel que ha tratado temas tan diversos como la defensa de la lectura, la felicidad, el silencio, la belleza y la verdad. 

Al premio, dotado con 50.000 euros y una escultura diseñada por Joan Miró, se habían presentado 28 candidaturas de 15 países, entre ellas la del historiador mexicano Miguel León-Portilla, que llegó a las ultimas votaciones.

Un ejemplo de vida humanista dedicada a la educación y la filosofía
Este galardón le llega meses después de que, en noviembre de 2014, recibiera el Premio Nacional de las Letras "por haber aunado en su obra la investigación filosófica y la literatura".

El jurado valoró entonces su "dilatada obra, que armoniza la filosofía del Logos, el valor estético y ético de la palabra, la defensa de la libertad y reivindica la vocación docente". Un mes después, en diciembre, recogía el Premio Antonio de Sancha de la Asociación de Editores de Madrid, por su pasión por los libros, la educación y la cultura así como por su "profusa labor divulgativa" que reúne más de 300 obras. 

Emilio LLedó Íñigo, catedrático de Historia de la Filosofía, enseñanza que impartió en las universidades de Barcelona, La Laguna, Madrid y la alemana de Heidelberg, nació en Sevilla el 5 de noviembre de 1927. En 1933 se trasladó a Madrid donde se licenció en Filosofía y Letras y Filología Clásica en 1952.

'El surco del tiempo', 'Memoria de la Ética' o 'Días y libros' son algunas de sus obras más conocidas durante su dilatada carrera

Un año después se doctoró en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Allí obtuvo una beca de la fundación Humboldt que le permitió imbuirse en la filosofía alemana de postguerra con maestros como Hans George Gadamer, Karl Lowith y Otto Regenbogen. En 1955 se incorporó en la Universidad de Madrid como ayudante de Santiago Montero Díaz, quien le dirigió su tesis doctoral en 1956.

Ingresó en el Cuerpo de Catedráticos Numerarios de Institutos Nacionales de Enseñanza Media de España y por mediación de Gadamer volvió a la Universidad de Heidelberg, como profesor ayudante entre 1957 y 1962. En 1963 volvió a una España gris, pero "con mucha ilusión", para dedicarse a la educación, uno de los temas que más le han preocupado y que ha sido la obsesión de su vida.

Fue catedrático de instituto en Valladolid y en 1964 ganó la cátedra de "Fundamentos de la Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos" en la Universidad de La Laguna (Tenerife), donde fue decano en la Facultad de Letras. 

En 1967 ganó la cátedra de Historia de la Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona y en 1975 fue propuesto como catedrático para la Complutense de Madrid, plaza a la que renunció influido por estudiantes que recogieron firmas para que no abandonase la cátedra catalana. En Barcelona fue director del departamento de Historia de la Filosofía y de la Ciencia. 

Tres años después, logró la cátedra de Filosofía de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), de la que fue, entre 1981 y 1984, vicerrector. En 1988 fue nombrado "fellow" del Wissenschaftskolleg (Institute for Advanced Study) de Berlín y en 1990 se le concedió el Premio Alexander von Humboldt de la República Federal Alemana, de la que tiene también la Cruz del Mérito. 

En junio de 1992 obtuvo el Premio Nacional de Ensayo por su obra "El silencio de la escritura" y un año después fue elegido académico de la Real de la Lengua Española, donde ocupó el sillón "l" minúscula. Tomó posesión el 27 de noviembre de 1994 con el discurso titulado "Las palabras en su espejo".

En la Academia fue vocal (1996-1998) de la Junta de Gobierno y bibliotecario (1998-2006). En 2004, tras la victoria socialista, Lledó fue designado presidente del Consejo para la reforma de los medios de comunicación del Estado.

Es autor de más de un centenar obras de investigación, entre las que figuran: "Filosofía y Lenguaje" (1971), "La Filosofía hoy" (1975), "Lenguaje e Historia" (1978), "El silencio de la escritura" (1981), "El Epicureísmo" (1984) o "El surco del tiempo" (1992). Otros títulos son "Memoria de la Ética" (1994), "Días y libros" (1995), "Imágenes y palabras" (1998), "Elogio de la infelicidad" (2005), "Ensayos para una educación democrática" (2009), "El origen del diálogo y de la ética. Una introducción al pensamiento de Platón y Aristóteles" (2011), y "La filosofía, hoy. Filosofía, lenguaje e historia" (2012). En 2013 publicó "Los libros y la libertad", una recopilación de algunos de sus mejores artículos, conferencias y discursos.

Además del Premio Nacional de las Letras 2014, posee entre otros galardones el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2004); el premio Fernando Lázaro Carreter (2007), de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, o el premio María Zambrano (2008). Hijo predilecto de Andalucía (2003), posee la Cruz Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal Alemana (2005) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Viudo de su matrimonio con Montserrat Macau Matos, fallecida en 1971, con la que tuvo tres hijos.

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