El precio del alquiler sigue batiendo récords obligando a los inquilinos a compartir piso

Por primera vez el precio medio de un piso en alquiler en España, de unos 80 metros cuadrados, supera la barrera de los 1.000 euros. Una cifra que demuestra que el encarecimiento del alquiler triplica ya el indicador de la inflación. La situación ha llevado al crecimiento de otra oferta: la de habitaciones en pisos compartidos.

Según los principales portales inmobiliarios de España -Fotocasa e Idealista-, en julio de 2024 los inquilinos pagaron entre un 8 y un 10% más de media, muy por encima de la inflación, que se situó en el 3%. En términos de renta supone que alquilar un piso de 80 metros cuadrados cuesta ya más de 1.000 euros al mes.

Vicente Martínez, vicesecretario de Asociación Gallega de Inmobiliarias, asegura que "la tendencia de los últimos años era subidas continuas", además de "relativamente importantes" siendo de "entre un 10 y un 15%". Ante este fenómeno de subida existen otras consecuencias más allá del encarecimiento general.

"Los altos precios que hay en estos momentos hacen que los ciudadanos se vean obligados a vivir en pisos compartidos para repartir gastos y así hacer frente al precio de la renta mensual", explica a laSexta la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos.

Según Idealista la oferta de pisos de alquiler se ha incrementado un 29% el segundo trimestre. Un aumento de oferta que tampoco ha conseguido frenar la subida de los precios de las de habitaciones en pisos compartidos. En capitales como Barcelona y Madrid alcanzan cifras récord, y es que alquilar un dormitorio supera con creces los 500 euros de media.

La rentabilidad es el motivo por el que muchos propietarios optan por esta modalidad de alquiler, obligando a los inquilinos a compartir piso. El portavoz y director de estudios de Pisos.com, Ferrán Font, explica que "la rentabilidad bruta suele moverse entre el 6 y 7% de un alquiler de larga duración", aunque "podría aumentar si salimos del alquiler tradicional y nos vamos a un alquiler por habitaciones". Una espiral ascendente que, esperemos, no termine en un círculo vicioso.