MUESTRA SU HARTAZGO Y EL DE MUCHOS EN LA UE

El ministro de Exteriores de Luxemburgo estalla ante el discurso xenófobo de Salvini: tira con rabia los cascos y exclama "¡a la mierda!"

El xenófobo Matteo Salvini ha podido con la paciencia del ministro de Exteriores luxemburgués. Azotaba el ministro del interior italino contra la inmigración y, harto de los pobres argumentos de Salvini, el luxemburgués le ha terminado dedicando tres palabras tan claras como poco diplomáticas no sin antes recordarle, eso sí, que los italianos también fueron migrantes.

Cuesta aguantar el discurso xenófobo, cuesta cuando es tan constante y cuesta aún más cuando lo vomitan a un metro de ti. El ministro socialista de Exteriores e Inmigración de Luxemburgo le ha dicho 'basta' al ministro de Interior italiano Salvini.

"En Italia tenemos la exigencia de ayudar a nuestros hijos a tener otros, no a tener esclavos para reemplazar a los hijos que no tenemos". afirma Salvini. Habla de esclavos por migrantes y el luxemburgués empieza a 'convulsionar'. "Vamos, vamos, vamos", se le escucha decir.

Salvini, lejos de parar, ahonda en la provocación, sonrisa incluida y se desata el enfrentamiento. "Si en Luxemburgo necesitáis la inmigración, yo prefiero una Italia para los italianos", señala.

"En Luxemburgo, querido señor...", le interrumpe el ministro de Exteriores luxemburgués, a lo que Salvini responde: "Yo no lo he interrumpido, si me deja hablar por favor".

"En Luxemburgo, querido señor, tuvimos decenas de miles de italianos que vinieron a trabajar, como inmigrantes, porque en Italia no teníais dinero para vuestros hijos. ¡A la mierda!", declara el ministro de Luxemburgo y tira los cascos con rabia.

Perdiendo la paciencia y las formas Luxemburgo ha mostrado su hartazgo y el de muchos en la Unión Europea, con un claro mensaje a Salvini: no puede rechazar lo que un día también fueron: migrantes.

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