TRAGEDIA EN BRASIL
Brasil pide a otros países que envíen piel humana para los heridos en el incendio
El ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, ha informado de que su Gobierno ha solicitado a Uruguay, Argentina y Perú que envíen piel humana para hacer trasplantes a los heridos en el incendio que se declaró el pasado domingo en la discoteca Kiss, ubicada en Santa María.
Padilha ha explicado que está en contacto permanente con sus homólogos regionales, especialmente con el uruguayo, Jorge Venegas, ya que ostenta la Presidencia pro témpore del Grupo de Salud del Mercado Común del Sur (Mercosur), según ha informado la cadena TeleSur.
Venegas ha confirmado la solicitud brasileña y ha indicado que el Instituto de Organos y Trasplantes de Uruguay coordina con las autoridades brasileñas el envío de piel y de membrana amniótica para las personas que sufrieron quemaduras.
Por su parte, el director del Instituto Central de Implantes de Argentina, Carlos Soratti, ha anunciado que llevará a cabo los trámites necesarios para enviar la piel "a la brevedad posible y resguardando todas las normas de seguridad y calidad para que llegue en buenas condiciones".
El incendio comenzó a las 2.30 horas del domingo a causa de un espectáculo pirotécnico que hizo arder el material para el aislamiento acústico de la discoteca, donde se estaba celebrando una fiesta de estudiantes de la Universidad Federal de Santa María (UFSM).
En el momento de la tragedia, entre 300 y 400 personas se encontraban en la discoteca, según la última revisión del aforo, pero muchos de ellos no lograron salir por la única salida de emergencia, por lo que la avalancha humana provocada por el pánico fue fatal.
Los bomberos se vieron obligados a abrir un agujero en una de las paredes de la discoteca para sacar a los asistentes. Sin embargo, hasta bien entrada la mañana no se supo el número definitivo de víctimas debido a lo complejo de la operación de rescate.
Como consecuencia de ello, 231 personas han muerto, en su mayoría estudiantes universitarios, y 121 han resultado heridas, de las cuales el 80 por ciento padece intoxicación por humo y el 20 por ciento restante presenta quemaderas graves.
En este contexto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha declarado tres días de luto oficial y ha suspendido su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebra en Santiago de Chile, para consolar a las víctimas.
Se trata del segundo peor incendio de la historia del país sudamericano. La mayor tragedia se vivió en 1961, cuando 503 personas murieron en Río de Janeiro a causa del fuego que se declaró en el Gran Circo Brasileño.