EL PAÍS GALO SIGUE BLOQUEADO

Francia sigue ardiendo por las protestas de los 'chalecos amarillos' pese a las concesiones de Macron

Los estudiantes mantienen su pulso con casi 200 institutos bloqueados y con disturbios por todo el país. El bloque de izquierdas sigue con sus planes para una moción de censura a Macron, aunque el apoyo a los 'chalecos amarillos' cae.

Los partidos de izquierda en el Parlamento francés presentarán una moción de censura contra el Gobierno por su gestión de la crisis de los "chalecos amarillos" y para hacer escuchar sus propias propuestas.

Fuentes del grupo socialista en la Asamblea Nacional confirmaron que la moción busca "hacer oír" su voz y sus "propuestas concretas". Las formaciones de izquierda en el Parlamento anunciaron su intención de presentarla, pero decidieron esperar al discurso del presidente, Emmanuel Macron, que desgranó un conjunto de medidas sociales para frenar las protestas.

La moción tiene el respaldo de La Francia Insumisa (izquierda radical) y del Partido Comunista, aunque desean que otros grupos se sumen a su iniciativa en la Asamblea Nacional, donde los diputados deberán votarla al menos 48 horas después de su presentación. El secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel, indicó hoy en la cadena "BFM TV" que han decidido mantenerla porque Macron no fue lo suficientemente lejos y su plan "dividirá a los franceses", al considerar que "unos van a tener que pagar por otros".

Su proposición tiene escasas opciones de prosperar debido a la cómoda mayoría absoluta de la que dispone en esa cámara el partido gubernamental, La República En Marcha (LREM), pero según señaló el jueves el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, se lanza para demostrar que "otra vía es posible".

El anuncio tiene lugar la víspera de que el primer ministro, Édouard Philippe, detalle en la Asamblea Nacional las medidas decididas por el presidente. Entre ellas, un aumento de cien euros del salario mínimo -ahora de 1.498 euros brutos-; la congelación del alza de las cotizaciones para los jubilados con pensiones inferiores a los 2.000 euros, o la decisión de que las horas extra no tributen.

El portavoz del Ejecutivo, Benjamin Griveaux, indicó que el coste de las distintas iniciativas previstas para apagar el descontento de los "chalecos amarillos" se situará entre los "8.000 y 10.000 millones de euros".

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