Previstas para el próximo 23 de febrero
Scholz pierde la cuestión de confianza y precipita las elecciones anticipadas en Alemania
Las consecuencias El país centroeuropeo celebrará elecciones generales anticipadas, que están previstas para el próximo 23 de febrero, tras la moción de confianza.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha perdido este lunes la moción de confianza a la que se sometió ante el Parlamento alemán tras quedar su Gobierno en minoría, con lo que el país centroeuropeo celebrará elecciones generales anticipadas, que están previstas para el próximo 23 de febrero.
El canciller ha logrado el respaldo de los 207 diputados socialdemócratas en la sala, mientras que Los Verdes, integrantes de la coalición, se han decantado por abstenerse para evitar la posibilidad de que el Gobierno pudiera superar la votación y verse obligado a continuar al mando, ahondando la complejidad política.
Así pues, de los 717 diputados presentes en el Bundestag en el momento de la votación, un total de 394 han votado en contra de la continuidad del Gobierno, otros 160 se han abstenido y tan solo los socialdemócratas han apoyado a Scholz.
Con esta resolución, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, podrá disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Lo ocurrido es apenas un trámite, pues el Gobierno y el resto de los principales partidos en el Bundestag ya habían pactado la celebración de elecciones anticipadas para el 23 de febrero del próximo 2025.
Muestra de la nula confianza de Scholz en superar la votación han sido sus declaraciones desde la tribuna de oradores, donde ha incidido en que las elecciones anticipadas permitirán a la población alemana "marcar el rumbo político" del país y decidir en una cuestión "fundamental" como es la economía.
El gobierno tripartito de socialdemócratas, liberales y 'verdes' colapsó el pasado mes de noviembre por discrepancias entre Scholz y su ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal, Christian Lindner, que culminaron con su salida y la de su partido del Gobierno de coalición.
Ahora la derecha tradicional de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) -conocidos como Partidos de la Unión- se perfila como la principal favorita para hacerse con la victoria en las elecciones de febrero. El líder de la CDU, Friedrich Merz aspira a hacerse con casi el 30 por ciento de los votos.
Por su parte, Scholz podría verse relegado al tercer puesto con apenas un 14% de los votos y superado por la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD), que se haría con cerca del 20% de los votos y confirmaría su tendencia al alza, de la que ya dio muestras con sus buenos resultados en las elecciones europeas.