1.632 FALLOS DIARIOS SÓLO EN EL JFK
El sistema de reconocimiento facial de los aeropuertos estadounidenses falla en uno de cada 25 viajeros
Según un informe de la Universidad de Georgetown, uno de cada 25 pasajeros es identificado erróneamente por el sistema de reconocimiento facial en los aeropuertos de EE.UU., Una tecnología que ya llegó a España.
Uno de cada 25 pasajeros es identificado erróneamente mediante el sistema de reconocimiento facial implantado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos en nueve de sus aeropuertos, según recoge un informe de la Universidad de Georgetown (Washington DC).
Sólo en el aeropuerto John F. Kennedy (JFK), de Nueva York, en el que se han fijado los investigadores para su informe, cada día 1.632 pasajeros se enfrentan a ser retrasados de forma errónea o a que se les impida el acceso a la zona de embarque por los fallos del sistema de reconocimiento facial, que identifica de forma errónea a una persona de cada 25 aun usando credenciales válidas, según datos propios del DHS citados en el informe.
Si se cumplen los planes previstos por el Departamento de Seguridad Nacional, todos los viajeros que viajen al extranjero, tanto residentes en Estados Unidos como extranjeros, serán sometidos a un escáner de reconocimiento facial.
Según la investigación, este sistema biométrico se encuentra instalado en nueve aeropuertos del país (Atlanta, Chicago, Las Vegas, Miami, Nueva York, Houston y Washington DC) y ha supuesto un coste aproximado de mil millones de dólares. Lo que hace es comparar el rostro escaneado con la base de datos del DHS para evitar suplantaciones.
Los responsables del informe entienden, como explica en el informe, que este programa no cumple con la legislación vigente y que, de hecho, carece de un marco legislativo que lo regule.
Según lo establecido en los estatutos del Congreso de EEUU, sin una autorización explícita, el Departamento de Seguridad Nacional no puede escanear los rostros de los estadounidenses cuando se dirigen al extranjero.
El informe cuestiona, además, los problemas que plantea en la privacidad de las personas un sistema que se entienden como invasivo.