EL GOBIERNO CONTINÚA CON LAS PURGAS A LOS DETRACTORES

Turquía conmemora el primer aniversario del fallido golpe militar con un nuevo decreto con más de 7.000 destituciones

Las autoridades turcas recuerdan a las 249 personas que murieron a manos de los golpistas con actos en el Parlamento y un monumento en Estambul. El organizador del fallido golpe militarconsidera lamentable la purga que se ha realizado en el último año.

Desde hace una semana se suceden los discursos de las autoridades, las exposiciones fotográficas y los rezos en las mezquitas de todo el país, así como los conciertos y las proyecciones de imágenes en la plaza de Taksim, en el centro de Estambul. Los actos del 15 de julio empiezan con una marcha multitudinaria que arrancará en tres barrios del lado asiático de Estambul para dirigirse al primer puente del Bósforo, ahora bautizado como Puente de los Mártires del 15 de Julio.

El puente fue durante la noche del golpe escenario de enfrentamientos entre civiles y una unidad de soldados con tanques que habían bloqueado el tráfico en esta vía, y varias personas perdieron la vida allí. Tras el desfile de una banda de música otomana, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, se encontrará en el puente con familiares de los fallecidos y, tras una lectura coránica y un juego de luces en memoria de las víctimas, el monumento se desvelará.

Las ceremonias continuarán en el Parlamento de Ankara, donde se conmemorará durante una sesión de madrugada el bombardeo que sufrió el hemiciclo durante el golpe. El Gobierno atribuye la asonada a redes de militares vinculados a la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, hasta 2013 aliado de Erdogan y desde entonces acérrimo enemigo, pero el teólogo, residente en Pensilvania (EEUU), niega toda relación.

Un nuevo decreto comunicó el despido de 7.000 funcionarios, entre ellos 2.303 policías, con lo que el número de empleados públicos que han perdido su trabajo tras el golpe se acerca a los 140.000.

Gülen considera "despreciable" el golpe militar fallido en Turquía

El predicador islamista Fethullah Gülen, al que Turquía acusa de orquestar el golpe de Estado fallido, calificó de "despreciable" y "deplorable" esa asonada y lamentó la "caza de brujas" que se ha desatado desde entonces.

"Este último año me he sentido afectado mientras castigaban a cientos de ciudadanos turcos inocentes simplemente porque el Gobierno consideraba que de algún modo estaban vinculados conmigo", expresó en un comunicado hoy Gülen, que vive exiliado en Pensilvania, Estados Unidos.

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