2020, el año de la pandemia
Mayo de 2020, el mes de los paseos: deporte, bares y primeras imprudencias grupales
El mes de la desescalada y las fases se vio marcado por las primeras imágenes de personas saliendo de sus casas de una manera algo más normalizada.
En nuestras memorias del año COVID nos detenemos en mayo. Fue el mes de la desescalada, de las fases, el mes en el que acabó el confinamiento y salimos en tromba a pasear y a hacer deporte primero; y a los bares después.
Las imágenes de imprudencias empezaban a generalizarse, pero tras mes y medio confinados en casa, los primeros rayos de sol en la cara fueron un éxtasis.
En fase 0 solo podíamos salir a pasear, pero nos supo a gloria. Tantas ganas teníamos que se nos fue de las manos: atasco de paseantes, embotellamiento de corredores, pelotones de bicis, mareas de surfistas... y fiestas nocturnas desde la primera noche.
Los sanitarios se echaban las manos a la cabeza. Después, varias regiones fueron avanzando a la fase 1. Por fin se permitieron las visitas a domicilios, lo que propició los primeros reencuentros.
Pero sin duda, lo que más nos alteró fue la apertura de los bares. Las terrazas parecían discotecas, las calles se convertían en fiestas y las playas, donde estaba prohibido sentarse, lo raro era ver gente solo paseando.
En política la guerra era por Madrid, que se quedó sin avanzar a fase 1 en dos ocasiones. Pero lo que de verdad nos preocupaba en mayo era si en verano íbamos a poder bañarnos, algo que acabó confirmándose.
Así que nos lanzamos a preparar la distancia social en las playas, dejando imágenes que nos llenaron de preocupación, casi tanto como algunas medidas propuestas que no vieron la luz.