Por unos 50 euros
Así es el sencillo y barato sistema creado por investigadores españoles para limpiar el aire de coronavirus
Se trata de equipos "caseros" con una eficacia similar a la de los filtros HEPA comerciales, pero cuyo coste es diez veces menor. La ventilación ya se ha demostrado como un factor esencial para evitar el aumento de contagios en lugares cerrados o con escasa ventilación.
Con un ventilador de supermercado y un filtro similar a los que usan los aires acondicionados, un grupo de investigadores españoles ha ideado un sistema para limpiar el aire de aerosoles de un aula escolar estándar y evitar contagios de coronavirus por unos 50 euros (alrededor de 60 dólares).
El Laboratorio de Investigación en Fluidodinámica y Tecnologías de la Combustión (LIFTEC) y la Universidad de Zaragoza (noreste español) trabajan en el diseño de estos equipos "caseros", tan efectivos como los filtros HEPA comerciales, pero con un coste diez veces menor, explica a EFE el catedrático universitario de Mecánica de Fluidos Javier Ballester, que lidera este grupo de científicos.
La transmisión del coronavirus por aerosoles -las gotitas expulsadas al respirar y hablar- está demostrada científicamente, recalca Ballester, por lo que la ventilación se demuestra esencial para evitar contagios. Sin embargo, hay más resistencia a abrir las ventanas cuando el tiempo es frío.
La idea de la purificación con filtros ya se utilizaba en China y en California (EEUU), por ejemplo, para protegerse contra la contaminación de los incendios, cuenta el científico. Lo importante es dimensionar adecuadamente el equipo para el caudal de aire limpio necesario, según las dimensiones de la habitación, pues no es lo mismo un aula de escuela que una gran oficina.
La Organización Mundial de la Salud, indica Ballester, recomienda cinco renovaciones de aire por hora, que no quiere decir ventilar cinco veces, sino mantener la ventilación permanente, de manera que se renueve cinco veces el volumen del recinto. Así, para ventilar un aula de 40 metros cuadrados y 2,5 metros de altura, es decir, con un volumen de 100 metros cúbicos, sería necesario un equipo que emitiera un caudal de aire de 500 metros cúbicos a la hora, explica el investigador.
Un purificador comercial para este caso costaría unos 500 euros, precisa, pero el modelo que ellos han diseñado, aún pendiente de certificación oficial, no superaría los 50 o 60 euros. El funcionamiento y montaje del purificador es sencillo: se acopla el filtro al ventilador con cinta adhesiva, se coloca en una zona más o menos centrada de la habitación y retiene los aerosoles cuando el aire pasa a través del mismo, gracias a que las aspas del ventilador impulsan el caudal.
La cuestión, por tanto, se centra en saber jugar con que el filtro sea lo suficientemente resistente para retener los aerosoles sin que impida la circulación del aire del ventilador.