EL PERIODO DE CAUTIVERIO MÁS LARGO DE ETA

Se cumplen 20 años de la liberación de José Antonio Ortega Lara, el hombre al que ETA robó 532 días de su vida

Hace 20 años, el 1 de julio de 1997, el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara era liberado tras pasar 532 días secuestrado por ETA, el periodo de cautiverio más largo de la banda terrorista. Durante esos interminables días vivió en un zulo de 3 por 2,5 metros.

Su imagen, desorientado, con una larga barba sin arreglar, la mirada perdida y con la sorpresa de encontrarse a muchos de sus vecinos arropándole a su vuelta a casa, está marcada en la retina de muchos españoles y dio la vuelta al mundo como símbolo de la resistencia a la barbarie terrorista.

José Antonio Ortega Lara vivió 532 días en un zulo de 3 metros por 2,5, con una altura de 1,80 y sin saber si algún día llegaría a salir de allí, con la única compañía de una bombilla que le marcaba el tiempo durante siete horas al día. Para el resto, solo la oscuridad.

Las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado permitieron hallar el zulo y rescatarlo con vida.

Desde entonces, Ortega Lara ha cambiado de casa y de barrio, pero no ha dejado sus convicciones, que seguramente le permitieron sobrevivir y renacer después de que ETA le robara 532 días de vida.

Nueve días después, el 10 de julio de 1997, ETA secuestró a un joven concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco, y lo asesinó después de una macabra cuenta atrás.

Durante estos veinte años de vuelta a la libertad, Ortega Lara ha tenido tiempo de figurar en las listas del PP en la candidatura al Ayuntamiento de Burgos en las elecciones de 2003, más como símbolo que con opciones reales porque no iba en puesto de salida.

A punto de cumplir 60 años, había sido militante del partido antes del secuestro y en el año 2000 acudió a un mitin de José María Aznar.

Sin embargo, pocos años después, en 2008, entregó el carné del PP y se dio de baja tras más de 20 años de militancia por el "giro" de Rajoy en la política antiterrorista, según dijo.

Su compromiso con la sociedad y sus convicciones le llevaron de nuevo a implicarse en política, en este caso como una de las caras más visibles en la puesta de largo y los primeros pasos de Vox, un partido conservador que se autodefine de centro-derecha y que tiene acuerdos con el Frente Nacional francés liderado por Marine Le Pen.

En sus escasas declaraciones públicas evita hablar de temas personales y solo habla de política en alguna jornada organizada por las víctimas del terrorismo y en actos de Vox.

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