Por la independencia

La Diada marcada por la rivalidad entre ERC y Junts no consigue remontar la asistencia de años anteriores

Cataluña celebra una Diada marcada por las condiciones que plantearán los líderes independentistas para negociar una investidura de Pedro Sánchez. Junts y ERC han querido exhibir músculo dejando claro que la amnistía será solo la primera de sus desmandas.

Miles de personas se han manifestado en una Diada marcada por la rivalidad entre ERC y Junts, y por el contexto de las negociaciones para una hipotética investidura de Pedro Sánchez, para la que el apoyo de las fuerzas independentistas resultaría indispensable.

Durante la marcha, se han vivido momentos de tensión cuando un grupo de manifestantes ha gritado "Govern dimissió" o "Aragonès, venut" ("Aragonès, vendido") al presidente de la Generalitat y coordinador de ERC, Pere Aragonès. Mensajes a los que otros han respondido con gritos de "independencia". Además, durante la manifestación de la Esquerra Independentista, unos cinco encapuchados han quemado una gran imagen boca abajo de Aragonès y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.

El presidente catalán, que participaba en una de las cuatro columnas de la manifestación junto con otros consellers de su Ejecutivo y representantes electos de los republicanos, ha terminado abandonando el recorrido escoltado por agentes de los Mossos d'Esquadra. Por la mañana, Aragonès también era recibido al grito de "traidor" en la tradicional entrega de flores al histórico dirigente Rafael Casanova.

En la columna de manifestantes de 'Soberania', que salía desde el edificio de Hacienda en la plaza Letamendi, se han escuchado gritos de "Puigdemont, el nostre president" y se han visto carteles con los mensajes "Govern dimissió" o Prou submissió, Govern dimissió" ("Basta de sumisión, Govern dimisión"). Precisamente, en esta columna marchaban los líderes de Junts, encabezados por su presidenta, Laura Borràs.

La tensión entre partidarios de Junts y Esquerra es una escenificación de la rivalidad del independentismo en un día tan señalado. Esquerra y Junts compiten en público por ver quien pone más contra las cuerdas a Sánchez y todos quieren dejar claro que la amnistía solo es la primera fase.

"La amnistía no es ni será el fin de nada. Cataluña decidirá libremente su futuro como pueblo en un referéndum", ha reivindicado Aragonés. En la misma línea, Borràs: "Ya hemos dicho cuales son nuestras condiciones como punto de partida, como punto inicial y la autodeterminación como objetivo".

Pero aunque ambos partidos se saben necesarios para sacar adelante una investidura de los socialistas, lo cierto es que el independentismo ha perdido fuerza en la calle. La Guardia Urbana de Barcelona ha cifrado en 115.000 personas los asistentes a la manifestación de la ANC por la Diada,una cifra notablemente inferiora los 150.000 asistentes de 2022. Los organizadores, en cambio, elevan la cifra a 800.000 participantes.

Feijóo anuncia una ofensiva del PP contra la amnistía

Y coincidiendo con esta simbólica jornada, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado para pedir ante la Junta Directiva Nacional responder al "desafío separatista" y las posibles cesiones de Pedro Sánchez ante el independentismo catalán desde todos los "rincones". "Llevaremos a cada una de las instituciones una iniciativa en favor de la igualdad de los españoles. No se puede defender la igualdad y a la vez defender los privilegios de políticos independentistas concretos", ha anunciado.

Así, a los suyos les ha pedido "usar todos los instrumentos democráticos que las urnas" han puesto a su alcance: "La fuerza de ser el primer grupo en el Congreso, la mayoría absoluta en el Senado, los gobiernos autonómicos, municipales, y diputaciones y también, si hace falta, la vía judicial".

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