MUY CRÍTICO CON LA JUSTICIA

Raül Romeva: "Si la pena de muerte estuviera vigente, estarían pidiendo nuestra ejecución"

El exconseller Raül Romeva considera que, si el ordenamiento jurídico español todavía contemplara la pena de muerte, sectores de la judicatura, la Fiscalía y los partidos de derecha la pedirían para los líderes independentistas.

"No tengo ninguna duda de que, si la pena de muerte estuviera vigente, alguno de esos actores mencionados, o quizás todos ellos, estarían pidiendo nuestra ejecución".

En su libro 'Esperança i llibertat' (Ara Llibres), que ha escrito desde la cárcel, asegura que el juicio al que se someterá este 2019 por su implicación en el proceso soberanista y el referéndum del 1 de octubre de 2017 no será justo, sino que se trata de "un relato creado, un proceso de manual dirigido a reescribir la historia".

En él, reflexiona sobre su situación judicial, el momento que atraviesa el independentismo y algunos de los momentos clave del proceso soberanista, que acompaña de anécdotas en primera persona, como el traslado de Estremera (Madrid) a Lledoners (Barcelona), la convivencia en prisión y su comparecencia ante la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Reprocha a los jueces que él y otros políticos independentistas se encuentren en prisión preventiva desde hace más de un año y lamenta que, aunque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sentencie a su favor en el futuro, ellos ya habrán pasado un tiempo considerable en la cárcel: "Habremos recibido un buen escarmiento. Habremos sufrido la venganza que supone todo este proceso pretendido como judicial".

Además, afea al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que, cuando decretó el reingreso en prisión de algunos exconsellers, lo hizo para los que no renunciaron a continuar con la actividad política: "Aquellos que no se presentaron a las elecciones o habían dejado el escaño hacía tiempo no entraron.

Por tanto, ninguna duda de que sí somos presos políticos". Y detalla que decidió no irse a vivir al extranjero como otros miembros del anterior Govern porque no considera que el 1-O fuera delito; porque había asegurado ante varios actores internacionales que defenderían la consulta incluso con la cárcel, y, sobre todo, por la "determinación" del exvicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras.

"Cuando tocaba tomar la decisión, trascendental, de quedarnos o irnos, hubo bastante con una mirada para saber que nos apoyaríamos", recalca.

laSexta/ Noticias/ España