Cuenta atrás
Última oportunidad para salvar la investidura de Illa con escollos por resolver en la negociación entre PSC y ERC
Negociaciones contra reloj para un acuerdo entre ERC y PSC que culmine con Salvador Illa como president, con flecos aún por resolver, sobre todo en lo relativo a la financiación. Además, las bases republicanas tendrían que darle su visto bueno.
El tiempo se agota y hay dos posibilidades: pacto o nuevas elecciones en Cataluña. Esta semana concluye el plazo que Esquerra Republicana se marcó para alcanzar un pacto con el PSC que permita una investidura de Salvador Illa. Un preacuerdo que, en todo caso, tendrían que ratificar las bases republicanas, entre las que persiste la desconfianza hacia los socialistas.
Así lo vienen reiterando en los últimos días desde el partido independentista, que precisamente este lunes ha reunido a su ejecutiva para valorar el estado de las negociaciones. Una reunión, que arrancaba a las 09:30 y que se ha alargado más de lo previsto, de tal forma que la rueda de prensa posterior, prevista inicialmente para las 13:00 horas, se ha visto pospuesta para no antes de las 16:30 horas.
En cualquier caso, fuentes de ERC insistían a primera hora en que todavía no hay nada cerrado. Sobre la mesa continuarían la recaudación del IRPF y qué medidas se pueden activar para garantizar el cumplimiento de los acuerdos a los que se pueda llegar.
Su secretaria general, Marta Rovira, advertía ya el domingo de que los republicanos quieren "un buen acuerdo sostenible en el tiempo". En una entrevista en 'El País', ha defendido que esto es lo que permitiría a Esquerra superar las tensiones que puede provocar entre su militancia el regreso de Carles Puigdemont, que el expresidente ha confirmado este mismo fin de semana. El principal escollo sigue siendo el asunto de la financiación, con Esquerra reclamando "una agencia tributaria propia" para Cataluña.
La negociación enfrenta así su recta final con los contactos intensificados, tras el empujón que supuso la semana pasada la visita de Pedro Sánchez a Pere Aragonès, y en plena cuenta atrás para que dentro de dos días expire la fecha tope establecida por ERC, que el partido fijó para finales de este mes.
Optimismo de los socialistas
Son horas decisivas, pero en el PSOE y el Gobierno están absolutamente confiados en que el acuerdo será posible. Trasladan no obstante un mensaje de calma y mucha prudencia porque, dicen, es a Esquerra a quien le correspondería pronunciarse en estos momentos. Este acuerdo facilitaría una mayor autonomía financiera para Cataluña y la cesión de uno de los grandes impuestos, el IRPF, aunque las fuentes consultadas instan a esperar a ver exactamente la letra pequeña.
El apoyo de ERC, en cualquier caso, lograría la investidura de Illa, como destacan en Moncloa. En este sentido, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha incidido en 'RNE' este lunes en que "se plasmaría en un acuerdo político el resultado electoral": "No podemos estar continuamente enviando el mensaje al ciudadano de que se ha equivocado y tiene que volver a votar", ha advertido. "La ciudadanía ha dejado ya atrás las mayorías para conformar gobiernos independentistas y ahora lo que quiere es un gobierno de progreso", ha defendido.
La víspera, Morant ya trasladó que, a su juicio, la financiación "tiene que aspirar a reconocer las singularidades del territorio". En una entrevista en 'La Vanguardia', reprochaba además al PP que utilice Cataluña "como bandera de agitación", mientras los 'populares' insisten en que Sánchez no fue "a visitar al presidente de la Generalitat", sino "a terminar negociar la compra del sillón para Salvador Illa".
Paralelamente, el plazo de ERC no es el único que está cada vez más cerca de agotarse, sino que también sigue corriendo la cuenta atrás antes de que Cataluña se vea abocada a una repetición electoral: la fecha límite para investir a un president antes de tener que convocar nuevas elecciones es el próximo 26 de agosto.