JUICIO AL MAGISTRADO ELPIDIO SILVA POR PREVARICACIÓN
Silva logra aplazar su juicio hasta resolver su recusación a dos miembros del TSJM
El juez Elpidio José Silva ha logrado aplazar su juicio por prevaricación en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) hasta que se resuelva el incidente de recusación que ha presentado contra dos de los magistrados que le juzgan, a los que además ha denunciado.
Silva ha pedido apartar en un escrito presentado al presidente de la Sala, Artuto Beltrán, y a su compañera María Tardón, por su "falta de imparcialidad" al no aceptar la renuncia de su abogado, Cándido Conde-Pumpido Varela, y por haber permitido que la magistrada continuara en el tribunal pese a que formó parte de la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa.
Además, Silva pretende que Beltrán se aparte porque formó parte del tribunal inicial que iba a juzgarle, que cambió su composición después de que dos de los magistrados aceptaran la recusación que entonces planteó el acusado.
El magistrado también ha anunciado que ha presentado una demanda civil contra ambos en los Juzgados de Primera Instancia ante la "flagrante y continuada violación" de sus derechos fundamentales, por los que les reclama 10 euros de indemnización.
Beltrán ha optado por dar traslado del escrito de Silva a la Sala especial de recusaciones, la 77 del TSJM, compuesta por los presidentes de lo Civil y Penal, de lo Contencioso, de lo Social junto con el magistrado más antiguo y el más moderno.
Sin embargo, el presidente de la Sala de lo Civil y Penal y del TSJM, Francisco Javier Vieira, fue uno de los dos magistrados recusados anteriormente, por lo que fuentes jurídicas apuntan a que deberá nombrar otro magistrado para resolver el incidente.
La sala que se forme finalmente deberá nombrar un instructor, que dará traslado a las partes del incidente interpuesto por Silva para que ofrezcan su posición y dará la suya propia a los cinco magistrados, que finalmente la votarán.
El juez ha llegado otra vez con 15 minutos de retraso a la sede del tribunal y lo ha hecho por separado de Conde-Pumpido Varela.
Durante la sesión, el letrado ha insistido en presentar la renuncia que reiteradamente ha rechazado estos días el tribunal ante la "evidente falta de confianza" del que ha seguido denominando como su cliente, al tiempo que ha negado que su conducta obedezca a "ninguna estrategia procesal".
Pero Beltrán ha mantenido firme la postura del tribunal para volver a tumbar esta renuncia porque la actuación del letrado y del acusado "no se puede medir exclusivamente por las palabras, sino por actos concluyentes" que demuestran que "se ha jugado a la suspensión del juicio". Así, le ha recriminado que se coloque "en una situación voluntaria de apariencia de indefensión", pero ha resaltado que aunque "las palabras son importantes, no pueden ser tenidas en cuenta", por lo que ha vuelto a negar la renuncia para dar "por zanjado definitivamente esta cuestión".