EL PIROTÉCNICO HA OCULTADO SU ROSTRO BAJO UNA CAPUCHA

Un afectado por la explosión intenta agredir al pirotécnico de Tui a su llegada al juzgado

Cuando el dueño de la pirotecnia La Gallega ha llegado a los juzgados de Tui, un vecino que perdió su vivienda debido a la explosión del almacén clandestino ha intentado agredir al culpable que iba en un coche sin rotular de la Guardia Civil. Además, otra vecina le ha preguntado "¿por qué no lo guardaste en tu casa?", haciendo alusión al material que explotó provocando dos muertes y la destrucción de varias casas.

Un vecino de la parroquia de Paramos que perdió su vivienda por la explosión de un almacén clandestino donde se almacenaba material pirotécnico ha intentado agredir a su propietario a su llegada a los juzgados de Tui.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local han tenido que mediar para evitar la agresión. Además, otra vecina le ha gritado "sinvergüenza" y le ha preguntado "¿por qué no lo guardaste en tu casa?", en alusión al material pirotécnico que explotó y se llevó por delante decenas de casas y se cobró dos vidas.

El dueño de la pirotecnia La Gallega ha llegado a los juzgados de Tui en un coche sin rotular de la Guardia Civil y ha ocultado su rostro bajo una capucha.

La Guardia Civil lo detuvo después de hallar sendos almacenes ilegales en los que había ocultos 474 kilos de pólvora y 172 de otros productos para la fabricación de explosivos, y 1.150 kilos de materia prima para producir artefactos pirotécnicos.

La titular del Juzgado de instrucción número uno de Tui, en contra del criterio del fiscal, acordó dejarlo en libertad con obligación de comparecer en el juzgado cada 15 días.

Desde entonces es investigado judicialmente por los presuntos delitos de daño catastrófico en la modalidad de delito de riesgo provocado por explosivo y otros agentes, además de por homicidio imprudente, daños imprudentes y lesiones imprudentes.

El vecino que ha intentado agredirlo ha explicado que iba a Hacienda a buscar unos papeles y que pasó por delante de los juzgados justo cuando llegaba allí su vecino, y que entonces se le "cruzaron los cables" e intentó golpearle con los puños.

Jaime Bugallo ha dicho confiar "entre comillas" en la Justicia y ha hecho votos por que haya "comprensión con los que nos quedamos sin nada". No en vano, la suya es una de las viviendas que quedaron arrasadas tras la explosión del almacén ilegal de Paramos.

"Siento impotencia", ha proclamado Bugallo, que se ha ratificado en que tenía "sospechas" de que Francisco G.L. almacenara material de la pirotecnia junto a su casa, pero no que fuera material explosivo.

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