Arranca el juicio

Bernardo Montoya se declara inocente del asesinato de Laura Luelmo y culpa a su expareja

Arranca en Huelva el juicio a puerta cerrada por el asesinato de Laura Luelmo, la profesora de Zamora que fue asesinada en 2018 en El Campillo.

Bernardo Montoya se declara inocente del asesinato de Laura Luelmo. El acusado de la agresión sexual y el asesinato de la joven zamorana de 26 años en diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva) ha mantenido la última versión que dio sobre el crimen y culpa a su expareja, Josefa Carmina, del asesinato.

Durante la primera sesión del juicio, que se celebrará a puerta cerrada, Montoya ha sido recibido a las puertas de la Audiencia de Huelva entre gritos de "asesino" y "criminal". Lejos de querer ocultar o agachar su rostro ha mirado a los que estaban allí congregados antes de entrar al edificio de los juzgados a la espera del inicio del juicio.

Para salvaguardar el derecho a la intimidad y la privacidad de las víctimas, el abogado de la familia de Laura ha pedido celebrar el juicio a puerta cerrada, una petición a la que se han adherido el resto de las partes: Fiscalía, acusación popular -que ejerce la Junta de Andalucía- y la defensa.

La declaración de Montoya, por tanto, ha tenido lugar sin público en la sala ni señal de televisión. Según ha indicado a los periodistas a las puertas de la Audiencia su abogado, Miguel Rivera, Montoya se ha ratificado en la versión que viene manteniendo desde que en abril de 2019 cambiara su relato inicial de inculpación por otro en el que se declara inocente y responsabiliza de la muerte de Laura Luelmo a una mujer que fue su pareja sentimental y que actuó movida por los celos.

La desaparición de Luelmo se produjo el 12 de diciembre, apenas cuatro días después de que se trasladara a vivir a El Campillo para cubrir una baja de la especialidad de Plástica en el IES Vázquez Díaz de un pueblo cercano, Nerva. Cinco días más tarde, tras intensas y largas batidas por la zona en la que participaron centenares de voluntarios, apareció su cuerpo en un lugar conocido como Las Mimbreras a las afueras de El Campillo, dando al traste con las esperanzas de todos los que aún confiaban en poder encontrarla con vida.

Al día siguiente fue detenido Montoya, un vecino del pueblo que residía en una vivienda frente a la de la joven, con antecedentes por asesinato y que hoy ha señalado que tras su detención se autoinculpó "por amor y porque no estaba en condiciones muy idóneas".

Meses después cambió su testimonio y afirmó que la autora de la muerte fue su expareja, que llegó a estar investigada, pero que finalmente fue excluida de la causa.

Así se desarrollará el juicio

En esta primera jornada, además de Montoya han declarado otras cuatro personas, si bien no ha trascendido de quién se trata, lo mismo que ocurre con la decena de testigos que han pasado ante el tribunal en el turno de tarde.

Está previsto que el juicio se prolongue hasta el viernes. El acusado se enfrenta a una petición de condena por parte de la Fiscalía de 32 años de cárcel -20 por un delito de detención ilegal y 12 por el de agresión sexual- y prisión permanente revisable por un delito de asesinato, algo, esto último, que también solicitan la familia de la víctima y la acusación popular en nombre de la Junta de Andalucía también han pedido prisión permanente revisable.

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