Las asociaciones piden hojas de ruta

El campo se queda sin relevo generacional ante la "falta de rentabilidad": solo el 3,8% de los agricultores tienen menos de 35 años

Solo en la Comunidad Valenciana hay 165.000 hectáreas de campo de cultivo abandonadas. Según los sindicatos agrarios, en 2021 se abandonaron hasta cinco hectáreas al día.

Cada vez es más habitual ver tristes imágenes de cultivos arrancados, campos en venta, o directamente dejados, y todo por "la falta de rentabilidad en la agricultura y en la ganadería", tal y como señala Jenaro Aviñó, director de AVA ASAJA.

En este sentido, Carles Peris, secretario general de Unió de Llauradors, indica que "la Comunidad Valenciana es, de toda España, la que más tierra cultivable está abandonando". Y es que al día, en la Comunidad Valenciana se abandonan cinco hectáreas de cultivos, muchas de ellas por no tener tener relevo generacional.

"Es triste, pero la gente joven no quiere el campo", expresa un agricultor. Sin embargo, su hijo Toni es una excepción, ya que dejó una empresa de recursos humanos para seguir con las tierras familiares. "Me partía el alma ver la posibilidad de que el trabajo de mi padre se pudiera abandonar, como se abandonan muchísimo los campos", manifiesta Toni Sinisterra, joven agricultor.

Además, intenta rejuvenecer el campo, ya que en España solo el 3,8% de agricultores tienen menos de 35 años, frente al 23% de la media de la Unión Europea. Esta tendencia también intenta cambiarla Constantine, quien vino de Rumania en el 2000 y desde hace tres años regenta una explotación ganadera. "La compramos en 2019 porque el dueño era mayor, se iba a jubilar, y su familia nos e la quería comprar, por lo que decidí comprarla", cuenta.

Así, dejó la construcción para tomar el relevo agrario que nadie quiere. "Trabajo hay un montón, lo que pasa es que hay que dedicarle muchas horas y mucho esfuerzo", destaca.

En España, la mayoría de los migrantes dedicados al campo son temporeros, pero poco a poco hay personas, como Nouredine, que también dan al paso a ser dueños. "Compré un campo y alquilé otros cuatro más a personas mayores que no querían seguir con la agricultura", relata el hombre, que ha creado una empresa de cultivo de cilantro y perejil que vende a España y Francia. "Tengo a una persona fija y contrato a gente cuando me hace falta", indica.

Las asociaciones agrarias piden hojas de ruta que fomenten la incorporación de los jóvenes al campo: "Garantizar una Ley de Cadena Alimentaria que garantice ingresos justos a los agricultores y los ganaderos", defiende Jenaro Aviñó, director de AVA ASAJA, a lo que Carles Peris, secretario general de Unió de Llauradors, añade que necesitan "una política agraria común" y que "los recursos vengan a los profesionales para que puedan seguir en la actividad". Todo ello para evitar dejar morir al campo.

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