José Bretón, absuelto de malos tratos a su hijo por abofetearle

La sentencia absuelve a Bretón al considerar que no queda suficientemente probado que el padre de Ruth y José propinara una bofetada desproporcionada a su hijo menor el 23 de agosto de 2011 en un restaurante de comida rápida del centro comercial "El Arcángel" de Córdoba, donde la familia y unos amigos estaban pasando el día.

Para emitir su fallo, el magistrado dice que es un caso en el que hay que entrar a estimar si se trata de "un simple e inocuo cachete, sin trascendencia, aislado y puntual" -hecho que sin perjuicio de rechazo social, no tendría relevancia penal- o "ante una bofetada desproporcionada y carente de justificación", que sería un tipo penal.

La sentencia indica que la versión de Bretón y la de la testigo principal, una amiga que presuntamente presenció la bofetada, son contradictorias porque mientras el primero negó la agresión, la segunda dijo en el juicio que le "impresionó porque fue excesiva".

Ante esta contradicción de versiones, el magistrado analiza otros datos como la edad del menor, que tenía casi dos años, y su reacción tras la bofetada -se le giró la cara pero no lloró, según la versión de la testigo-.

El juez ve "extraño" que la testigo principal quedara impresionada y no le contase nada a Ruth Ortiz, la madre de los niños, y pone en duda la versión de que hubiese sido un "fuerte bofetón" porque todos coinciden en que no se le quedó ninguna marca en la cara.

En su sentencia, el titular del penal número 3 reflexiona sobre el hecho de que la supuesta bofetada se produjo en un establecimiento público y "a nadie se le escapa que existe una conciencia social cada vez más arraigada de repulsa hacia el maltrato. Sin embargo, nadie interviene, ni llama a las fuerzas y cuerpos de seguridad".

El juez tampoco descarta "motivaciones espurias", como que la denuncia sobre este caso estuvo "rodeada de otros acontecimientos", en referencia a la desaparición de los dos niños, "que no afectan a la resolución del presente juicio".

La defensa de Bretón pedía la libre absolución mientras que el fiscal y la acusación particular pedían nueve meses de prisión por un delito de maltrato en el ámbito familiar. Bretón se sentará en los próximos meses en el banquillo de los acusados al estar imputado por dos delitos de asesinato con alevosía tras la desaparición de sus hijos.