Los recortes convierten a la salud mental en la "hermana pobre" del sistema sanitario público español

Conseguir una cita con un profesional de la salud mental en la Sanidad Pública puede llegar a ser una odisea. "Si a una persona con depresión le dan una cita para dentro de tres meses, dentro de tres meses puede haber cambiado totalmente la circunstancia de esa persona", defiende Nel González Zapico, presidente de la Confederación de Salud Mental España.

Desde la Confederación Salud Mental España aseguran que la salud mental es la "hermana pobre" del sistema sanitario español. La media europea está en 18 profesionales de psicología clínica cada 100.000 habitantes. Sin embargo, nuestro país solo cuenta con 4 profesionales por cada 100.000 habitantes.

"Hay una gran falta de recursos humanos y eso incide en que haya muchísima lista de espera. Que ninguna persona se vea obligada porque no existan los medios en lo público a tener que irse a lo privado", exige Nel González Zapico.

Acudir lo privado eleva los costes de tratamiento a muchas familias. Y la situación empeora en el caso de los menores con problemas mentales. España es el único país de la UE, junto con Bulgaria, que no tiene una especialidad en psiquiatría infantil y juvenil.

"Todo el mundo entiende la diferencia entre un pediatra y un médico de familia. En psiquiatría sería lo mismo", explica Eulàlia Anglada, psiquiatría infantil y terapeuta familiar.

Eulàlia es una de las profesionales que pide al Ministerio de Sanidad la creación de esta rama específica: "Diagnósticos como el autismo, el trastornos del neurodesarrollo, etc., cuanto antes se diagnostiquen, mejor pronóstico tienen, sin lugar a duda el tratamiento funciona mejor y es más eficaz".

Hace un año, todas las CCAA, con el apoyo de todos los partidos, acordaron su creación. Desde el Ministerio de Sanidad aseguran que la salud mental es una de sus prioridades. Y añaden: la nueva Estrategia de Salud Mental sigue, en todo momento, el modelo comunitario. Sin embargo, esta especialidad sigue sin ponerse en marcha.