POR LA INCLUSIÓN
Pisos compartidos para que las personas con discapacidad vivan de forma plena y autónoma
Frente a las residencias o viviendas no inclusivas para personas con discapacidad, Plena Inclusión lanza una campaña para reivindicar las viviendas compartidas en las que sus inquilinos están independizados y toman decisiones sobre su vida cotidiana.
La ONG Plena Inclusión ha lanzado la campaña 'Quiero Mis Llaves', un proyecto para poner el foco en el problema que sufren miles de personas con discapacidad que viven en residencias o viviendas no inclusivas donde en muchas ocasiones no pueden tomar decisiones sobre la vida cotidiana.
El ejemplo contrario lo representan las viviendas que comparten personas con discapacidad y en las que actúan como habitantes independientes. "Es muy enriquecedor para ellos porque tienen contacto, no solo con su mundo. Salen del vínculo de los profesionales y del vínculo familiar", cuenta Marta González, cuidadora.
Miguel tiene 36 años y se independizó hace dos a un piso con otros cinco compañeros con autismos severo. Pablo, su hermano, explica que vive como si fuera un "chico emancipado" que se ha ido de casa de sus padres y que tiene sus trabajos, sus labores.
Además, considera que salir de su zona de confort ha mejorado su conducta: "Se va cogiendo vicios y aquí esta con profesionales que le entienden y mejora su comportamiento". Una de las claves es la rotación de los profesionales que conviven con ellos.
Aquí, a diferencia de una residencia tienen su espacio. Su mundo no es tan distinto y ellos también tienen derecho a crear una vida cotidiana.