ACUSADO DE DAR UNA PALIZA A UN SUPUESTO VIOLADOR
Un preso dice en un juicio que "se da de hostias a los violadores"
Un preso acusado de dejar en coma a otro al pensar por error que era un violador ha admitido que es habitual que este tipo de presos reciban palizas. En total, son cinco los reclusos acusados de propinar una brutal paliza y dejar en coma a un hombre, que murió poco después, al creer que era un violador. Los acusados han relatado ante el juez que a los violadores se les aplica la denominada 'Ley de la cárcel' y reciben palizas "cada dos por tres".
Uno de los cinco presos acusados de agredir a otro interno y dejarle en estado vegetativo al confundirle con un violador, ha declarado ante la Audiencia de Madrid que lo que pasó era "algo habitual" y que en su módulo "cada dos por tres pegaban a un violador".
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial juzga desde el 28 de marzo a los cinco acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa por la paliza que en junio de 2008 propinaron a un recluso en la cárcel de Aranjuez al creer que se trataba de un violador, cuando en verdad había ingresado por incumplir una orden de alejamiento.
Cuatro de los acusados han negado los hechos y el quinto, no se ha personado en la vista por encontrarse en paradero desconocido. El acusado ha manifestado durante su declaración que aquel día tuvo la impresión de que se estaba planeando pegar a la víctima, que "se estaba cociendo algo".
También ha asegurado que el modulo en el que estaban internos era "el más conflictivo", donde "había puñaladas día sí y día también" y donde la semana anterior habían apuñalado a otro preso acusado de violación.
A preguntas de la acusación sobre que les pasa a los condenados por agresiones sexuales, el interno ha replicado que lo normal es que pase lo que pasó con la víctima. Es habitual que en las prisiones se aplique la denominada 'ley de la cárcel', en la que los violadores son considerados como el más despreciable de los seres."Cada dos por tres pegaban a un violador"
Los hechos se produjeron sobre las 20.15 horas del 12 de junio de 2008. Los internos retornaban a sus celdas tras la cena, los cinco procesados, aprovechando el ruido de la subida que producían los internos y la visión parcial que de la escalera se tenía desde la cabina de seguridad, así como ante la inexistencia de cámaras de seguridad, con el ánimo de menoscabar la integridad física del nuevo recluso, le arrinconaron y golpearon fuertemente en la cabeza, hasta el punto de provocarle lesiones que le dejaron en estado vegetativo permanente.