Suerte para el 2022

¿Por qué se comen uvas el 31 de diciembre?

Varias referencias documentales nos transportan siglos atrás para conocer el origen de la costumbre navideña de las uvas de la suerte.

En breve

Una tradición muy arraigada en la cultura española es comer 12 uvas al ritmo de las campanadas de fin de año. Un ritual en el que algunos se acercan a la Puerta del Sol de Madrid para empezar el año de una manera especial. No obstante, la mayoría eligen una cadena de televisión y se reúnen junto a su familia y amigos para seguir las instrucciones que marcan los presentadores y presentadoras.

En laSexta, Cristina Pardo y Dani Mateoserán los encargados de conducir este evento en el que cada año describen cómo se deben comer estos frutos para tener un año de buena suerte. La clave: no confundir los cuartos, que son unos sonidos más cortos, con las campanadas. Pero la realidad es que, cada año, hay quién sigue empezando antes de la cuenta.

Todos tenemos recuerdos felices de nuestros familiares con la boca llena de uvas abrazándose y gritando feliz año nuevo. Pero, ¿has pensado alguna vez cuál es el origen de esta arraigada tradición?

Tras el origen de las uvas de la suerte

Aunque no existe una versión oficial, existen varios artículos de antropología que persiguen el origen de esta tradición. Es más, en la revista digital de arte y humanidades 'ArtyHum' de diciembre de 2019 se remontan a este artículo de 'El Correo Militar' del 2 de enero de 1894 para desmentir las teorías que hablan del origen de esta costumbre en años anteriores.

En este artículo de 1894 ya mencionan la tradición de ingerir estas frutas el 31 de diciembre como la "costumbre imperecedera de comer las uvas al oír la primera campanada de las 12", lo cual, según explica la publicación descartan las teorías que apuntan a años de buenas cosechas en el siglo XX.

En un intento de buscar el origen de esta costumbre, la revista remite a una versión más antigua. Remontándose a una costumbre propia de la burguesía, que era comer las doce uvas y beber champán francés durante la última noche del año.

Aunque esta tradición es diferente porque ellos ingerían las uvas y bebían el vino espumoso como parte de la cena y sin ninguna connotación vinculada a la suerte, según el ejemplar de 'El Siglo Futuro' del 2 de enero de 1894, es donde pudiera estar el origen de lo que acabó siendo el ritual de la suerte de las uvas de Nochevieja.

¿Las uvas de la suerte o del diablo?

El artículo del 2 de enero de 1894 explica que, hasta hace pocos años, eran contadas las personas que comían uvas el 31 de diciembre al sonar la primera campanada de las doce de la noche. Pero que en 1894 esa práctica ya se había generalizado entre los españoles, y que se realizaba esta costumbre para llamar a la buena suerte en el año entrante.

Aunque el autor de dicho artículo, en este diario de carácter católico, parece no estar muy de acuerdo con la premisa de que este acto aporte suerte alguna, es más, cierra el artículo con las siguientes líneas: "Pero así es la humanidad. Siempre se necesita creer en algo. Lo que hay es que, cuando no se cree en Dios, se cree en el diablo. Y en las supersticiones que el diablo inspira. Aunque las gentes que a tales supersticiones se tengan no se den cuenta de ello".

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