HA DESCENDIDO POR SU PROPIO PIE

El último inmigrante encaramado en Melilla se baja tras 11 horas en la valla

El último de los inmigrantes que quedaba encaramado a la valla de Melilla se ha bajado de la verja tras permanecer más de 11 horas a una altura de entre tres y seis metros. El inmigrante ha descendido del vallado por su propio pie, después de ponerse su camisa, de la que se había desprendido para aguantar las altas temperaturas que se registran en la ciudad autónoma.

Este inmigrante permanecía en lo alto de la valla tras un intento de entrada masivo protagonizado por unos 250 subsaharianos. Alrededor de 70, según cifras de la Delegación, se habían encaramado a una de las verjas que componen la frontera con Marruecos.

Poco a poco, a lo largo de toda la jornada, han ido descendiendo para ser, posteriormente, entregados a Marruecos. El último inmigrante en descender había aguantado junto a otros ocho compañeros que, poco a poco, y uno a uno han ido deponiendo su actitud, ante la mirada de los agentes de la Guardia Civil que permanecían en la zona.

De la energía inicial de las primeras horas, cuando los cánticos de los inmigrantes se oían a distancia, se ha pasado al cansancio, el agotamiento y la desilusión de no haber podido alcanzar su objetivo de entrar en Melilla.

Sí lo han hecho 15 inmigrantes que han conseguido superar el triple obstáculo que compone el perímetro fronterizo de Melilla y hoy dormirán por primera vez en el Centro de Estancia Temporal (CETI).

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