SOLO HAY UN IMPLICADO EN PRISIÓN

Una veintena de hombres secuestra, viola, y tortura a una menor durante un mes en Marruecos

La víctima, de 17 años, logró huir con la ayuda de un amigo de los agresores tras pasar un mes secuestrada. La joven fue violada, torturada y obligada a ingerir sustancias tóxicas por 20 hombres, lo que le provocó lesiones graves e infecciones en los genitales.

Una joven de 17 años ha ingresado en el Centro Hospitalario Universitario de Ibn Rochd, en la ciudad marroquí de Casablanca, tras ser, secuestrada, violada, drogada y torturada durante 25 días por 20 hombres en la provincia de Beni Melal.

La joven estaba de compras cuando fue capturada, trasladada y encerrada en un barracón a las afueras de la ciudad. Ahí, una veintena de hombres habría abusado de ella. En concreto, según declaraciones de Walid Bensalima, presidente de Sayidaty Marocaine, recogidas por el medio local 'Yabiladi', "fue secuestrada por personas", que después "la retuvieron y violaron a un barrio de la periferia" al sudeste de Casablanca.

Omaima, como se llama la menor, fue golpeada con un cuchillo y obligada a ingerir sustancias tóxicas, lo que le provocó lesiones graves e infecciones en los genitales. Finalmente, pudo escapar de ese infierno tras convencer a uno de los hombres que iba a violarla para que la dejara en libertad. "Este individuo también quería violarla, pero finalmente cedió a sus súplicas y la ayudó a huir", ha explicado Walid Bensalima.

Los vecinos la encontraron en un rincón de su barrio y ahora se recupera en un hospital. Dos de los agresores ya secuestraron y violaron a la joven hace dos años. Entonces, interpuso una denuncia pero más tarde fue archivada. Tras esta nueva agresión sexual, solo tres de los 20 implicados han sido detenidos, aunque dos de ellos ya han sido puestos en libertad.

Omaima ha encontrado el apoyo de las redes sociales en un país donde se repiten las violaciones en grupo. De hecho, su caso es muy similar al de Kadija, violada durante días por más de una decena de jóvenes en verano de 2018. Fue torturada, quemada con cigarrillos, y sus brazos, tatuados con insultos. Los acusados están siendo juzgados y se enfrentan a más de 30 años de prisión.

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