Adolfo Suárez, el gigante de la Transición que abrió la puerta a la democracia

Adolfo Suárez lideró la Transición en España y contribuyó a que la democracia fuera una realidad. Su popularidad y su oportunidad de desarrollar sus ideas fue tras la muerte de Franco. Se convirtió además en el hombre de confianza del rey.

El terrorismo, la economía y las discrepancias dentro de su partido pusieron fin a su etapa de presidente

El rey anunció su nombramiento en 1976 y ante una sorpresa generalizada porque entonces era un desconocido. Ese momento, en España, no sólo significó tener un nuevo presidente, significó abrir la puerta a la democracia.

Pero tras la época franquista no faltaban las dudas. Él consiguió disiparlas convocando las primeras elecciones libres, con la amnistía para los delitos por motivación política, perseguidos por el réguimen anterior.

Para sacar adelante sus reformas políticas, Suárez tuvo que superar muchos obstáculos, legalizó los sindicatos y el del Partido Comunista, dio un paso hacia delante, inicando el diálogo con la oposición. El fin de su etapa como presidente, en enero de 1981, lo puso el terrorismo, la economía y las diferencias internas en su partido. 

Muy poco después llegó el 23F, el golpe de estado. Ante la entrada de Tejero en el Congreso, la mayoría de diputados se agachan, él no. Se mantiene en su asiento y no se esconde. Incansable, llega a fundar el partido CDS en 1982. Pero pierde fuerza en España y se retira en 1991. 

Hombre de confianza, de carácter fuerte, que supo encajar duros golpes. Uno de ellos en lo personal. Cuando el cáncer superó a su mujer y a su hija, esta en el año dos mil. Verle en público en esa época  era ya casi imposible. 

Pero hay un recuerdo, la foto con el rey, en 2008. Entonces don Juan Carlos le visitaba estando ya muy enfermo. 

Recibió muchas condecoraciones, entre ellas, el Principe de Asturias de la Concordia. Adolfo Suárez, político, expresidente del Gobierno, que cumplió sus promesas, hubo constitución y hubo democracia.