Anatomía de
El momento en el que el deán delata al electricista en el robo del Códice Calixtino: tenía todas las llaves de la Catedral tras su despido
Hay un punto de inflexión en la investigación del Códice Calixtino. El deán conduce a los agentes hasta una capilla de la que nadie había hablado hasta el momento, la capilla de Alba: allí se encontraban todos los llaveros de Manolo, el electricista, con los que podría haber llegado hasta el Códice.
Las cámaras de seguridad de la Catedral de Santiago eran reveladoras en la investigación del robo del Códice Calixtino. En una toma se podía ver a un hombre caminando por el claustro. En cambio, tenía los movimientos estudiados. Según el juez, "es capaz de hacerlo sin que se le vea la cara. Parece que está memorizando los movimientos para poder hacerlo midiendo el tiempo, los movimientos y sin que nadie le vea al mismo tiempo para ver cuánto le va a llevar hacerlo".
Las cámaras de seguridad le sitúan muy cerca del Códice, su enemistad con el deán está más que acreditada y su despido le da un motivo para hacerlo, pero a pesar de todos los indicios no hay una sola prueba en su contra un año después del robo del Códice.
Por este motivo, se hace una reunión histórica en la que se sientan el deán y el electricista. El pacto es que si el deán le pide perdón, él dirá dónde está el Códice, pero la reunión fracasa por la frialdad de ambos.
Más Noticias
El temazo del equipo de El Intermedio por su 18 cumpleaños: "Vamos a dar cera, ¡18 más!" Usun Yoon, a Wyoming: "Cuando me dijeron que te dedicara unas palabras pensé que te habías muerto" Thais Villas recupera una foto suya de sus tiempos de "cani": "Tiembla Bad Gyal" Joaquín Reyes recuerda el día que casi le detienen tras confundirle con Carles Puigdemont Dani Mateo recuerda su momento 'Borat' en el 18 aniversario de El Intermedio: "Por fin pude mostrar todo lo que llevo dentro"
Sin embargo, hay un punto de inflexión en la investigación cuando la Policía trata de tomar declaración a todas las personas afines a la Catedral. Por primera vez desde el robo el deán recupera la memoria: lleva a la Policía a una capilla de la que nadie había hablado hasta el momento, la capilla de Alba. Allí había un llavero con la llave del archivo y la caja en la que se guarda el dinero. Era la llave con la que habían entrado a robarlo y, además, tenía la letra del electricista. El motivo por el que, aún sabiéndolo, el deán no delató a Manolo Castiñer es un misterio aún a día de hoy.
Uno de los marineros asegura que "estaban militarizados"
"Tenían las pupilas como aceitunas, metían miedo": un marinero secuestrado del Alakrana desvela cómo se drogaban los piratas
"Estaban todo el día con la pelota ésa en la boca, del khat, como la hoja de coca", explica Pablo Costas sobre cómo se drogaban los piratas somalíes mientras tenían secuestrado el Alakrana: "Les da ansias, les pones eufóricos y no tienen hambre".