El mensaje feminista de Chanel Miller, superviviente de la violación que conmocionó a EE.UU: "Todo lo que queremos y merecemos es caminar seguras"

Chanel Miller pasó más de cuatro años ocultando su identidad, "avergonzada de quién era" y pensando que había hecho algo mal durante el juicio en el que se juzgaba a su violador. Había compartido sus sentimientos ante aquellos hombres, y parecía que más bien se la juzgaba a ella. "Cuando estaba declarando, cada vez que hablaba el abogado de él me interrumpía, me sentí humillada", reconoce en Mujer Tenía que ser.

Su abusador, que la violó tras una fiesta universitaria que ella era incapaz de recordad a la mañana siguiente cuando despertó desnuda, con el cuerpo lleno de heridas y en la cama de un hospital, fue condenado a seis meses de prisión pero acabó cumpliendo solo tres. "Se usó su apariencia de hombre blanco con ojos azules, ¿cómo iba a ser un criminal?, lo presentaron como un fallo no como un crimen con los tres delitos que había cometido", cuenta Miller. En el juicio se puso en valor lo buen estudiante que era y el gran futuro que tenía por delante, en cambio, a ella se la juzgaba por su pasado.

Fue después de todo aquello, cuando Miller recibió cartas de mujeres y madres que la decían lo valiente que era y el gran ejemplo que suponía para sus hijas, cuando cambió la forma en la que se veía: "Me enseñaron a verme de una mejor manera y empecé a sentirme orgullosa de quien era", afirma durante la entrevista con Sandra Sabatés.

Fue entonces cuando decidió escribir sus memorias bajo el titulo de 'Tengo un nombre', salir del anonimato y ayudar a otras mujeres con su testimonio. "Tenemos que dejar de normalizar que las agresiones sexuales ocurran, porque no tienen por qué ocurrir y no hay que poner la carga de la protección de las mujeres sobre sus espaldas", manifiesta en la entrevista.

Y añade que "cuando una mujer es agredida tendemos a investigarla a ella y verlo como un fallo personal, tenemos que verlo como que la sociedad ha fallado al proteger a esa chica joven".

Como alegato final, Miller reconoce que "todo lo que queremos es caminar por las calles de noche, ir de fiesta, ir al colegio y no tener que estar pensando todo el tiempo en como estar a salvo. Eso es lo que pedimos y nos merecemos".