Forno de Lugo
El jefe infiltrado organiza un desastre en el obrador de Forno de Lugo ante la pasividad de su empleado
"Agarras el agua esa, se la echas a la masa y le das al botón verde". Son las vagas instrucciones que Diego, el panadero de un obrador de Forno de Lugo, a Rober, su jefe infiltrado.
Tras varios incidentes protagonizados por Rober, el jefe infiltrado, en los primeros pasos de la preparación artesanal del pan de Forno de Lugo, llega el momento de que las máquinas intervengan en el proceso. Pero, como podemos comprobar en el vídeo que acompaña esta noticia, eso no es garantía para que no se meta la pata.
"Agarras el agua esa, se la echas a la masa y le das al botón verde", le indica Diego, el panadero, a su "aprendiz". Y en ese preciso momento es cuando tiene lugar el desastre. "Cuando le pedí que echara agua en la masa, en vez de echarla poco a poco la echó toda junta y le dio al botoncito verde, pero de la marcha rápida", explica el empleado. "Al cielo saltó todo", reconoce entre risas.
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El experimento fallido echa a perder la masa, algo que no contenta al jefe. Las cosas empeoran aún más cuando utiliza la laminadora. "¡Diego! No sé qué ha pasado aquí. Me cago en la mar. Se me ha caído. Se me ha roto", le dice desesperado a su "maestro", que no toma ningún tipo de medida o decisión.
Un trabajador de Forno de Lugo, sobre su jefe infiltrado: "Se nota que está torpe y que nunca ha hecho esto"
Diego, el panadero de un obrador de Forno de Lugo, no empieza la jornada con su "aprendiz" demasiado bien y llega tarde al trabajo. Cuando por fin comienza la jornada, Héctor, o mejor dicho, Rober, se pone manos a la masa.