LA GUARDIA CIVIL INVESTIGA A LA PANDILLA DE EVA
El ADN del asesino, una prueba clave
El comandante Rogero se ha enfrentado en su carrera a más de cien homicidios. Todos resueltos menos uno, el caso de Eva Blanco. En esta comandancia de Madrid llevan 15 años persiguiendo a un asesino sin rostro, del que sólo tienen el ADN.
"Este caso es una espinita que tenemos clavada en el corazón, porque no olvidemos que se trata de una niña de 16 años que salió a divertirse con sus amigas y no regresó", nos cuenta el comandante.
Cada investigador que llega a este grupo de homicidios tiene como primera misión revisar el expediente de Eva Blanco. El objetivo de cada nuevo integrante es encontrar datos e indicios que hasta ahora han podido pasar desapercibidos.
El teniente Viñuela cuenta con ocho agentes. Entre sus manos, 14 tomos que recogen toda la investigación sobre el crimen de Algete.
El propio Rogero recuerda sus primeras actuaciones: "Comenzamos con el círculo más íntimo, el más próximo. Luego hemos ampliado al círculo de amistades, a toda la pandilla de Eva. Es un caso complicado, pero tenemos una prueba clave".
Tienen el ADN del asesino, tras hallar semen en el cuerpo de la menor. Es lo que la guardia civil denomina la 'prueba 10'.