Las estrictas normas que tenían que cumplir los 30 criados de la hija falsa del rey emérito: "Cuando habla, todos se callan y escuchan…"

Uno de los destinos de la estafadora Ana María Bea, conocida como la falsa hija del rey emérito, fue Elche. Allí alquiló un chalet de más de 420 metros cuadrados en el que albergaba a más de 30 criados.

Su 'corte' tenía que seguir 15 estrictas normas a las que Equipo de Investigación ha tenido acceso. Estas son algunas de ellas: "'Cuando Mercedes habla todos se callan y escuchan…'; 'no se puede beber ni comer nada de la casa…'; 'tampoco replicar entre dientes o rechistar por lo bajo'".

Cualquier incumplimiento era motivo de despido inmediato. Pero, ¿por qué aguantaban los trabajadores? En el vídeo principal de esta noticia puedes descubrir las duras condiciones a las que estaban sometidos.