Nobles, marqueses y duques

Ya hay más de 2.000 españoles con títulos nobiliarios: así ha aumentado la nobleza desde el franquismo

Con Victoria de Hohenloe-Langenburg liderando la lista, el fenómeno de las rehabilitaciones y el legado histórico de la monarquía explican la proliferación de distinciones en la actualidad.

Victoria de Hohenloe-Langenburg es la española con más títulos nobiliarios. Posee cinco ducados, 16 marquesados, 18 condados, cuatro vizcondados y diez grandes de España, lo que la convierte en la persona con más títulos en el país. Sin embargo, hay otros 2.197 españoles que también poseen títulos nobiliarios, según un estudio de newtral.es. Este informe también ha certificado que entre 1956 y 2024 hay 450 títulos más en activo, con un aumento notable durante el franquismo, algo durante el reinado de Juan Carlos I, y ninguno bajo el reinado de Felipe VI. Sin embargo, hay discrepancias en las cifras: entre Franco y Juan Carlos se concedieron cerca de un centenar de títulos, y Felipe VI no ha otorgado ninguno. Entonces, ¿de dónde provienen tantos títulos? La respuesta está en las rehabilitaciones.

¿Qué son las rehabilitaciones? La monarquía española ha concedido títulos nobiliarios durante 800 años, incluyendo ducados, marquesados y condados. Cuando un noble fallece, su título puede ser heredado por su familia o quedar en un limbo hasta que alguien demuestre tener derechos sobre él. Si esta persona presenta pruebas adecuadas, puede reclamar un título que estaba "muerto" o "perdido".

A lo largo de los años, ha habido muchas rehabilitaciones. Esto se debe, en parte, a que durante el franquismo y los primeros años de la democracia, hubo un gran interés en obtener títulos, lo que llevó a algunas personas a buscar rehabilitaciones. Por ejemplo, un noble que quería dar títulos a todos sus hijos podía intentar rehabilitar antiguos títulos, mientras que otros buscaban engrandecer su estatus personal mediante la obtención de títulos rehabilitados.

Es importante aclarar que no cualquiera podía obtener un título nobiliario simplemente con dinero y conocimiento. Hubo personas honestas y deshonestas en este proceso. Algunos rehabilitaban títulos por derecho legítimo, mientras que otros lo hacían de manera fraudulenta. Durante este período, se colaron muchos títulos con documentación falsa, ya que verificar documentos de cientos de años era muy complicado. De hecho, hubo individuos que se dedicaron profesionalmente a esto y que fueron condenados, resultando en la anulación de varios títulos.

¿Cómo es el proceso de rehabilitación hoy en día?

Actualmente, solo se puede rehabilitar un título dentro de los 40 años siguientes a la muerte de su último titular. Pasado este tiempo, el título se considera "perdido". Para rehabilitar un título, además de mostrar documentación que acredite derechos de sangre, se exige demostrar algún tipo de mérito, que puede incluir donaciones a obras benéficas o habilidades especiales, como hablar chino. También se requiere una inversión inicial para cubrir trabajos de investigación, y el Consejo de Estado junto con la diputación de la nobleza deben avalar la rehabilitación.

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