Así han cambiado las audiencias de Rajoy con el rey desde que llegó a Moncloa

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy lleva cuatro años viajando al palacio de Marivent, residencia de verano de la familia real. El 14 de agosto de 2012, Rajoy despacha por primera vez en su vida con el rey en Marivent.

Don Juan Carlos como buen anfitrión enseña a su invitado las magníficas vistas desde el palacio. Rajoy venía ese año de Galicia donde pasaba sus vacaciones, tan relajado que todavía aceptaba preguntas de los periodistas incluso después de despedirse.

Ese año la situación económica centró la conversación tras la que Mariano Rajoy anunciaba que mantenía las ayudas de 400 euros a los parados sin prestación.

El nueve de agosto de 2013, por el bosque que rodea Marivent aparece de nuevo mariano Rajoy acompañado de Rafael Spottorno, entonces jefe de la casa real. Quien sale a recibirles lleva ese año muletas tras la operación de doble hernia discal. Las muestras de cariño son evidentes en los que ya parecen dos viejos conocidos.

Buen humor en el posado que protagoniza un fotógrafo de 'Hola' que tras varios años siguiendo a la familia real se jubilaba al día siguiente.

Se le oyó hablar de la crisis con Gibraltar por el lanzamiento de enormes bloques de cemento en aguas del peñón o de la situación económica que ya empezaba a dar algún buen dato. El rey y Rajoy hablaron de casi todo menos de los que ese verano era la comidilla, el 'caso Bárcenas'.

El ocho de agosto de 2014, justo antes de las doce y media,  Rajoy de nuevo en los jardines de Marivent pero quién le acompaña es Jaime Alfonsín,  nuevo jefe de una casa real que por supuesto, ya no es la misma.

Quien recibe es Felipe VI que tenía la gentileza de avisar a los medios antes de salir a recibir al presidente. Mantuvieron un encuentro cordial y con buen humor.

Rajoy lo agradece porque ese año hacía mucho calor. Cataluña ya es tema de conversación obligada aunque esos días comenzaba una crisis que nadie esperaba, el ébola. "Podemos estar tranquilos en nuestro país, pero el Gobierno siempre está atento, como es su obligación", explicaba Rajoy.

Nada sabía Rajoy de la que se le venía encima. Ni la muerte de dos misioneros, ni enfermera contagiada, ni la sensación de caos, ni la dimisión de mato.

Los encuentros del rey y el presidente del Gobierno es una buena forma de comprobar cuánto cambian las cosas. Porque en España en tres años, se ha cambiado hasta de rey.