'La Corte', el restaurante donde Alberto Chicote flipó con su dueño "pagafantas" y sus camareros "pegajosos"

El exitoso cocinero Alberto Chicote llegó al restaurante 'La Corte' para reflotarlo ya que estaba sufriendo una grave crisis económica. Durante el primer servicio Chicote fue testigo del mal comportamiento de los camareros. "Eres una especie de 'pagafantas' pero a lo grande", le criticó el chef al dueño, Jonathan.

Además, el líder de 'Pesadilla en la cocina' vio cómo uno de los empleados del restaurante, guitarra en mano, intentaba camelarse a las chicas. Un momento que no fue emitido en televisión, pero del que puedes disfrutar como contenido extra. "¿Qué es más pegajoso, la mesa o los camareros?", criticó el chef.

Ante la falta de reacción por parte de Jonathan, Alberto Chicote decidió hablar con él y conocer los motivos de sus problemas económicos. "La deuda asciende a unos 800.000 euros", explicó el dueño y destalló que sus padres, los principales afectados ya que avalaron con su casa el negocio, lo desconocían.

Después de conocer las causas de la crisis económica de 'La Corte', Alberto Chicote comenzó a calcular las cuentas del local y descubrió que el gasto en lo que consumía cada camarero en chupitos, cervezas y copas al día había supuesto para el negocio 6.624 euros anuales. Por eso, el chef decidió tomar cartas en el asunto proclamando la Ley Seca en el restaurante.

El chef de 'Pesadilla en la cocina' está convencido de que puede recuperar al Jonathan que convirtió su restaurante en un negocio de éxito. Para ello, buscó un lugar donde los dos podían hablar para empezar a combatir su bloqueo: un gimnasio. "Creo que consientes a tus amigos porque te da miedo quedarte solo", le dijo a Jonathan.

Durante su estancia en el restaurante Alberto Chicote se tuvo que enfrentar a varios momentos de tensión que le hicieron pensar en abandonar su reto de reflotar 'La Corte'.

El equipo de reformas de 'Pesadilla en la cocina' se enfrentó por primera vez a un restaurante medieval con el reto de convertirlo en el local más emblemático de la ciudad. "La idea es recrear un salón donde se celebra un festín medieval cada vez que está abierto", explicó Alberto Chicote.