CUANDO EN EL PARTIDO LE CONSENTÍAN TODO

Los años dorados de Bárcenas en el PP

Julio de 2009, Luis Bárcenas baja de un lujoso Audi A6 para declarar por el caso Gürtel. Encara una maraña de cámaras, periodistas y micrófonos pero tiene ayuda: un hombre de gafas de sol, empleado del PP. Los populares también le pagan el coche, el chófer, el despacho y el abogado.

Sólo seis días después de pasar por el detector de metales del Tribunal Supremo, Bárcenas luce moreno en el Comité Ejecutivo Nacional del PP. Allí está como si nada hubiera pasado. Sentado junto a Arenas, Mayor, Trillo, Dolores de Cospedal y el mismísimo presidente del partido.

"El señor Bárcenas es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP y lo es por pleno derecho, entonces es lógico que esté presente en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional", decía orgullosa María Dolores de Cospedal.

Son meses dorados en la relación de Bárcenas con su partido. La Justicia le imputa por cohecho, blanqueo de capitales y fraude fiscal pero no hay dirigente del PP que le critique en público.

Todo cambia cuando la justicia descubre que guarda millones de euros en Suiza. Hasta ese día tenía todos los mimos del Partido Popular. Ya sin despacho, Bárcenas intuye que puede acabar en prisión y en el PP sienten su amenaza.

El hombre que tiene contra las cuerdas al partido que gobierna España posa feliz con mono amarillo en un vídeo subido por su hijo. Hicieron el viaje hace menos de un año. Mientras la Justicia española enviaba comisiones rogatorias a Suiza preguntando por su dinero, Bárcenas bajaba de un helicóptero y se deslizaba sobre la nieve de Armenia.

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