32 años del crimen

"Se perdió una oportunidad de oro de detenerlo": así burló Antonio Anglés a la policía tras cometer el crimen de las niñas de Alcàsser

La periodista Teresa Domínguez relata cómo el asesino de las niñas de Alcàsser escapó de una trampa que le había tendido la Guardia Civil al esconderse en un chalet que se encontraba deshabitado en Villamarxant.

Cómo burló el operativo policial Antonio Anglés, asesino de las niñas de Alcàsser: "Se perdió una oportunidad de oro de detenerlo"

Hace 32 años, Antonio Anglés se dio a la fuga tras el hallazgo de los cuerpos de las niñas Miriam, Toñi y Desirée en Alcàsser. Desapareció en febrero de 1993. En teoría lo hizo a bordo del barco City of Plymouth, que se dirigía a Dublín. Sin embargo, nunca apareció en la capital irlandesa, por lo que se cree que pudo huir en otro barco rumbo a Brasil.

Teresa Domínguez, periodista del diario valenciano 'Levante-EMV', relató que "una familia aseguró haber visto a Antonio Anglés en la antigua estación de Villamarxant", tras el crimen. Esto hizo que la Guardia Civil se desplazase hasta la localidad para cotejar si los vecinos le habían visto enseñándoles una imagen de él. Sin embargo, los vecinos respondieron que ese chico en realidad se llamaba Rubén.

Una mujer que vivía en los aledaños de la estación le relató a los agentes que Anglés le había pedido a su marido que le vendiera su coche. En ese momento, se desplegó un dispositivo policial en el lugar donde ambos habían quedado, pero Anglés nunca fue a ese lugar.

Teresa Domínguez asegura que el asesino estaba escondido en un chalet con "visión directa hacia la explanada de la estación de Villamarxant, que era donde él iba ir a comprar un vehículo para huir", y al ver el dispositivo policial, decidió no acudir. "Se perdió una oportunidad de oro de detenerlo", lamenta la periodista.