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Un estudio científico ha desvelado cómo los perros reconocen objetos y cómo intervienen los sentidos en este proceso.
Dormir y comer, muchas veces pensamos que nuestros amigos peludos solo piensan en eso, pero un estudio de la Universidad Eötvös Lorándde Budapest podría acercarnos a la eterna pregunta: ¿Qué pasa por la mente de nuestros perros?
Si alguna vez te has preguntado cómo hace para reconocer su peluche favorito o ese hueso que le gusta tanto, la respuesta está en los sentidos. Puedes cambiarle el color o la forma a su juguete favorito, pero tu peludito seguirá encontrándolo en apenas unos segundos.
Y es que cuando un perro trata de identificar un objeto lo único por lo que se deja guiar son sus sentidos más primitivos, es decir, su olor, sabor, tacto... Esto es lo que los investigadores llaman representaciones mentales multisensoriales, pues es la forma que tienen estos animales de reconocer sus juguetes y cualquier otro objeto al que hayan sido expuestos.
¿Cómo piensan los perros?
Shany Dor, una de las investigadoras que encabezan el análisis, hace hincapié en que para entender la mente de un perro hay que observar en cómo busca los objetos. Cuando le tiramos su pelota favorita, nuestro perro siempre corre y corre en su búsqueda y, a no ser que sea misión imposible, tarde o temprano siempre la encuentra. ¿Cómo hace para dar siempre con ella?
Este juguete se refleja en su mente de forma sensorial, es decir, se identifica directamente con un olor y un aspecto, por ejemplo. Por tanto, cuando está buscándolo se centra en agudizar los sentidos asociados al objeto, la pelota en este caso.
¿Reconocen los objetos por su nombre?
En un estudio anterior, también liderado por la misma universidad, se expuso a 40 perros al aprendizaje de nombres de objetos. Del total, seis animales ya eran expertos, es decir, habían sido entrenados y conocían otros nombres de juguetes.
En un plazo de tres meses, solo siete perros – seis pertenecían al grupo experto - aprendieron los nombres de los juguetes a los que fueron expuestos. Esto demuestra todo lo explicado anteriormente, pues asociaron el nombre de los objetos con otros sentidos como la vista y, en menor medida, el olfato.
Todo esto nos acerca un poco más a cómo funciona el cerebro de nuestros peluditos. Y es que si hay algo que podemos sacar de estos estudios es que cuando nuestro perro juega con un juguete está atento a cómo son sus características sensoriales. Así que recuerda que por mucho que escondas la pelota, ya sabe cómo encontrarla.
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