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MOVILIDAD LABORAL
La frase de “el dinero no da la felicidad pero ayuda” también tiene su parte de razón en cuanto a la movilidad laboral. Los trabajadores con más recursos y con menos recursos apuntan diferencias a la hora de ir a trabajar según un estudio llamado “Los ricos no madrugan”, liderado por investigadores del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos de la Universidad de Zaragoza (España) y con colaboración de la Universidad Nacional de Colombia. La investigación ha analizado los orígenes y destinos de los trayectos diarios de miles de personas en Colombia, el país con mayor grado de desigualdad entre ricos y pobres según un informe del Banco Mundial.
Así, los más ricos no tienen que madrugar tanto para ir al trabajo, pueden evitar las horas punta en el tráfico, tienen que recorrer menos distancia para llegar al mismo y también llegan de una forma más cómoda frente a los que poseen mucho menos dinero. Estos resultados pueden extrapolarse a otras ciudades del mundo como Barcelona o Madrid, donde también se producen estas desigualdades entre ricos y pobres.
Para llegar a estas conclusiones (Medellín y Manizales fueron las principales ciudades colombianas estudiadas), los expertos exploraron cómo los factores socioeconómicos son capaces de marcar una diferencia significativa en el medio de transporte empleado, en el tiempo invertido para llegar al trabajo, la distancia o incluso las franjas horarias de movilidad de los ciudadanos en las grandes ciudades.
Una de las deducciones que más llamó la atención a los expertos fue que el primer pico de movilidad (a nivel global existen tres picos de movilidad, por la mañana, al mediodía y por la tarde), se desplaza progresivamente en el tiempo cuanto más aumenta el nivel económico del trabajador. Así, los ricos son los que más tarde salen de casa para ir al trabajo. Los más pobres se tienen que levantar más temprano.
Así, por ejemplo, en el siguiente pico de movilidad, al mediodía, los más ricos evitan las horas de mayor congestión de tráfico; sus desplazamientos en hora punta disminuyen cuanto mayor es el nivel económico.
En cuanto al transporte, las personas con menos recursos utilizan transporte público de pequeña escala y las más ricas utilizan sobre todo el transporte privado (coche) o el servicio de taxi. Eso sí, el metro es utilizado por igual en ambos estratos económicos, exceptuando los que se encuentran en la cresta del nivel socioeconómico.
El estudio ha sido publicado en la revista Royal Society Open Science.