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CONSEJO
Investigaciones demuestran cuál es el mejor líquido para facilitar el trago de una pastilla sin tener consecuencias en el organismo.
Ante cualquier dolencia o malestar, se puede actuar de diferentes formas para aliviar los síntomas. Entre ellos, resulta recomendable tener a nuestra disposición un pequeño suministro farmacéutico en casa para estas situaciones. Los más comunes son el paracetamol o ibuprofeno. Sabemos que el alcohol es un descarte de los líquidos a tomar junto a un medicamento, pero ¿qué hay de otras bebidas?
En ese sentido, alguna vez se nos ha pasado por la cabeza tomar una pastilla junto al café, un zumo o un refresco, al no disponer de agua o porque se trata de un trago con mejor gusto. Sin embargo, lo mejor es que no ponerlo a prueba. Aunque se puede pensar que el líquido solo sirve para facilitar el trago, la realidad es más compleja y distinta. En ese contexto, los medicamentos se deberían tomar siempre con agua, ya que otros líquidos pueden alterar el tiempo de desintegración del medicamento en el estómago.
Por lo tanto, si se toma una pastilla con cualquier otra bebida, conseguiremos aumentar significativamente el tiempo en el que el principio activo pasa al organismo. En consecuencia, esto tardará mucho más en hacer efecto en nuestro organismo.
Del mismo modo, si los tomamos con un refresco u otra bebida carbonatada, se altera la propia efectividad del fármaco. Dependiendo del medicamento, puede aumentar drásticamente o disminuir casi por completo su efecto. Sucede lo mismo con el alcohol. Asimismo, interfiere con el principio activo, que en algunos casos puede llegar a convertirse en tóxico para el cuerpo.
Por lo tanto, si nos preguntamos cuál es la mejor forma de tomar cualquier pastilla, el agua es la solución. Aunque sólo sea unos segundos de mal trago, esta no alterará los efectos, así como el correcto funcionamiento de los medicamentos.