CIENTOS DE PERROS VIVEN ALLÍ

En Chernóbil hay perros con mutaciones genéticas, pero aún no se ha demostrado que sea por la radiación

Descubrir qué ha causado estas mutaciones genéticas en los perros puede ser clave para conocer cómo afecta la radiación a los animales.

Perro lobo checoslovaco, un híbrido entre pastor alemán y lobo euroasiáticoSonja Pauen

En 1986, Ucrania y su central nuclear de Chernóbil vivieron el accidente nuclear más grave de la historia. Desde entonces, los científicos han tratado de estudiar cómo la radiación ha afectado a los distintos seres: desde plantas hasta animales, como las ranas o los perros.

Se ha concluido que lasranas que han sobrevivido en la zona son las que tienen la piel más oscura, pero que en ningún caso es por la radiación. Ahora, un estudio publicado en 'Science Advances' relata que los perros que viven en el área de Chernóbil son distintos genéticamente a los que no viven allí, aunque no se ha encontrado una relación con la radiación.

Desde que ocurrió el accidente, cientos de perros viven en las inmediaciones de la central nuclear. Ya en 2017, el científico Timothy Mousseau les estudió, aunque poco se ha concretado sobre cómo sobrevivieron estos animales después del incidente. Sin embargo, se conoce que trabajadores de limpieza y turistas los han alimentado.

Durante las visitas de Mousseau y su equipo, los científicos recopilaron muestras de sangre de estos perros para analizar su ADN. De esta forma los investigadores trazaron un mapa sobre las complejas estructuras familiares de los perros, además de conocer sus relaciones y parentescos.

El estudio determinó que los perros que viven en los alrededores de Chernóbil son genéticamente distintos a los perros que habitan en zonas no contaminadas por la radiación nuclear. Comparten ascendencia con pastores alemanes y otras razas de pastores propias de esa zona, aunque no se conoce si la radiación causó estas diferencias.

Por ejemplo, que los animales vivan en una zona aislada podría explicar estas diferencias. Sin embargo, los científicos determinan que no es fácil desentrañar los efectos de la radiación de baja dosis. "[Estos estudios] son ​​tan difíciles... hay muchas otras cosas en el entorno natural", señala un científico que no participó en el estudio, Jim Smith, a 'Science News'.

Medir los efectos de la radiación

Así que los científicos deben seguir indagando sobre las diferencias entre los perros de Chernóbil y los que viven en otras zonas. Conocer los antecedentes genéticos sería un gran avance, por ejemplo. Además, saber si tienen mutaciones o si las han adquirido y pueden vivir con ellas puede ser útil para conocer la naturaleza de estos perros.

Esclarecer estas preguntas puede ayudar a la comunidad científica a descubrir cómo los entornos radiactivos dejan su huella en los genomas animales. Esto podría mejorar el conocimiento de cara a otros posibles desastres nucleares, e incluso para mejorar la seguridad de los astronautas que viajan al espacio y se enfrentan a la radiación cósmica.