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¿LO SABÍAS?
Los imanes son clásicos regalos a la hora de realizar un viaje. Un recuerdo que se añade a nuestra colección y que va decorando nuestra nevera. Sin embargo, estos pueden ser dañinos para el funcionamiento correcto de este electrodoméstico. Te lo contamos todo a continuación.
Hay simples gestos que hacemos en nuestro día a día que son mucho más peligrosos de lo que imaginábamos. A continuación te hablamos de uno de ellos, algo tan simple como comprar un imán en aquellos sitios que has visitado y de los que quieres guardar un recuerdo y pegarlos en la puerta del frigorífico. Se trata de algo que hacemos prácticamente todos los turistas que viajamos a nuevos destinos, pero ahora se ha demostrado que podría ser perjudicial para este electrodoméstico.
Ha sido a través de un estudio cómo se ha conocido este hecho. Se indica que esto suele suceder más bien con los frigoríficos más modernos, aquellos que cuentan con funciones inteligentes o pantallas táctiles. El campo magnético de los imanes podrían afectar negativamente a la sensibilidad de esas pantallas.
Sin embargo, en aquellos frigoríficos que tienen más años no ocurre, ya que no tienen estas nuevas tecnologías.
Es cierto que estos casos se producen cuando la cantidad de imanes es bastante elevada, pues si se colocan pocos no llegarán a causar este efecto negativo.
Además de la cantidad de imanes, también repercutirá el material de estos souvenirs. De esta manera, los que lleven acero inoxidable, hierro, aluminio recubierto o materiales ferromagnéticos no son recomendable situarlos en los frigoríficos, así como en cualquier otro electrodoméstico como microondas.
No obstante, en ningún caso estos imanes repercutirá en la conservación de los alimentos, únicamente lo hará con las funciones inteligentes que puedan incluir el frigorífico.