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QUE NO TE PILLE DESPREVENIDO
Los expertos recomiendan iniciar el tratamiento en el mismo lugar donde se ha producido el ahogamiento, siguiendo una serie de pasos.
En verano, especialmente durante las vacaciones, los baños en playas y piscinas son algo de lo más común. Pero lo que para muchos es sinónimo de diversión, puede convertirse en segundos en una situación de emergencia, especialmente para los niños.
En España, por ejemplo, cada año fallecen ahogados entre 30 y 40 niños, lo que sitúa al ahogamiento como una de las principales causas de muerte infantil. Y tú, ¿sabrías qué hacer ante un ahogamiento en niños? Aquí te enseñamos una guía rápida para que no te pille por sorpresa.
Tal y como revelan desde la Asociación Española de Pediatría (AEP), los niños se pueden ahogar cuando uno menos se lo espera: en la bañera, en un cubo lleno de agua, una fuente, una piscina inflable, una acequia o cualquier pequeño contenedor de agua que haya en el entorno doméstico.
La duración del periodo de asfixia producido por la inmersión determinará la gravedad. Por tanto, se debe iniciar el tratamiento en el mismo lugar donde se ha producido el ahogamiento, siguiendo los siguientes pasos:
Para evitar estas situaciones, la prevención es el arma más efectiva. Por ello, existe una regla sencilla pero eficaz, llamada regla del 10/20, que puede salvar muchas vidas. La Policía Nacional la ha explicado a través de sus redes sociales.
Esta consiste en, cada 10 segundos, mirar al agua y mantenerse lo bastante cerca como para poder llegar hasta el niño en 20 segundos como máximo.