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¿LO SABÍAS?
La lluvia genera grandes beneficios, pero también provoca desajustes en los procesos de muchos animales. Te contamos cómo la lluvia está detrás de fenómenos como el aumento y la aparición de más insectos.
La lluvia, a veces tan necesaria para la Tierra, pero que en el día a día de muchos seres humanos puede ser molesta, atascos, frío, resbalones, son días donde es más engorroso realizar ciertas actividades. Sin embargo, aunque no lo creamos también trastoca a los animales en sus rutinas. El agua y los distintos cambios de temperatura afectan enormemente al comportamiento y al desarrollo de los diferentes insectos.
La lluvia aumenta la población de insectos
La humedad del suelo y las lluvias permite el aumento de la vegetación y de la gran mayoría de flores que necesitan para alimentarse y sobrevivir, esto a su vez provoca una proliferación de bichos dentro de estas zonas. Además, las charcas que se pueden producir durante las precipitaciones contribuyen a la aparición de muchos insectos como las cucarachas, las mocas y chinches.
Por otro lado, la humedad provoca un aumento considerable de la población de mosquitos, debido a la eclosión de muchos de los huevos que se llegan a acumular en zonas estancadas o donde se encuentre una gran cantidad de agua, aumentando el número de estos invertebrados en las calles.
Sin embargo, cuando llueve demasiado, algunos de los insectos más comunes como las arañas, cucarachas o hormigas tienen que abandonar sus nidos u hormigueros y buscar nuevos refugios para evitar las condiciones climáticas. Por ello podemos verlos con mucha más frecuencia en nuestros hogares.
Otra de las grandes consecuencias de la lluvia es que algunos insectos voladores, como las moscas, están mucho menos activos. Debido a que estas temperaturas provocan que exista una menor presión atmosférica, hay mucha menos densidad en el aire y esto puede dificultarles volar enormemente.