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ORBITABAN LA ESTRELLA ASASSN-21QJ
Este hallazgo podría ayudarnos a entender cómo se formaron los planetas.
Un grupo de astrónomos ha descubierto un nuevo fenómeno cósmico: se trata de un resplandor producido por la colisión entre dos enormes planetas pertenecientes a un sistema solar lejano. Además del logro por haber identificado un fenómeno así, este hallazgo podría permitir observar el nacimiento de un nuevo mundo, una vez que las estructuras que protagonizaron el choque se enfríen.
La investigación que describe este nuevo descubrimiento ha sido publicada por un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, en la revista Nature. En ella explican la colisión explosiva producida entre dos planetas gigantes, que chocaron entre sí en un sistema planetario ubicado a aproximadamente 1.800 años luz de distancia de la Tierra.
Los autores del estudio indican en un artículo publicado en The Conversation que se trataría, como hemos mencionado, de la primera ocasión en la que se capta el resplandor de una colisión de tal magnitud. Y no solo eso, los restos procedentes del choque podrían enfriarse y dar lugar a un planeta nuevo, lo que permitiría a los expertos observar el nacimiento de un nuevo mundo en tiempo real.
Los expertos también explican que la explosión masiva del choque de los exoplanetas fue lo que provocó el aumento del 4% en la temperatura de esta zona del espacio. Esta habría tenido lugar hace dos años y medio. Por lo tanto, todo ese tiempo ha habido falta de observación, y, en la actualidad, la intermitencia de la luz de la estrella puede ser originada por la masiva nube de escombros del choque.
El descubrimiento de este evento cósmico, que podría derivar en una mayor comprensión sobre el proceso de formación de planetas, fue posible gracias a las observaciones de un astrónomo aficionado, Arttu Sainio, quien advirtió en las redes sociales sobre cambios en la emisión de luz infrarroja proveniente de la estrella ASASSN-21qj, en torno a la cual giraban los dos planetas que protagonizaron la enorme colisión.
Como la luz infrarroja es emitida con mayor intensidad por objetos a temperaturas relativamente altas, los científicos se preguntaron qué podría estar pasando en el lejano sistema estelar para que se produjeran estas variaciones. Fue entonces cuando lo volvieron a observar al detalle, pudiendo finalmente apreciar el choque entre los dos planetas que orbitaban a ASASSN-21qj.