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Un reciente estudio ha demostrado que esta dieta tiene más beneficios para el cuerpo que la mediterránea. ¿Es cierto?
Durante muchos años, la dieta mediterránea se ha considerado una de las más saludables para regular la alimentación, pues tiene varios beneficios para el organismo. Sin embargo, se ha descubierto que puede que haya una dieta mejor: la atlántica. Te contamos los detalles.
Se trata de un plan de alimentación que prioriza los guisos, alimentos horneados y hervidos, en lugar de asados con grasa o fritos. Esta dieta proviene de España y Portugal, y ayudaría a reducir a la mitad el riesgo de síndrome metabólico, que puede provocar diabetes, presión arterial alta y enfermedades cardiacas. Tiene mucho en común con la dieta mediterránea. No obstante, algunos estudios señalan beneficios interesantes de esta otra alimentación.
Una reciente investigación ha analizado los beneficios de esta nueva dieta. El estudio, recientemente publicado en Jama Network Open, tomó datos de 231 familias españolas entre los años 2014 y 2015. Estas se dividieron en dos grupos. En el primero se les dio asesoramiento nutricional para que siguieran la dieta atlántica. Mientras tanto, en el segundo se les dijo que siguieran con su dieta habitual, independientemente de cuál fuese.
Todos los miembros de las familias se sometieron a un análisis de los marcadores de síndrome metabólico (un conjunto de afecciones que aumentan el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares).
Al inicio del estudio, había 457 personas que no tenían marcadores que indicaran síndrome metabólico. Sin embargo, a la finalización del estudio, había 23 que lo habían desarrollado. 17 pertenecían al grupo control, mientras que solo 6 habían seguido la dieta atlántica.
Este estudio demostró que hubieron personas que adelgazaron en la circunferencia de la cintura y bajaron de peso y el nivel de colesterol tras seis meses de esta alimentación.
A pesar de que la dieta atlántica tiene múltiples beneficios, lo cierto es que no establece grandes diferencias con la mediterránea.
La dieta atlántica, como mencionábamos, es similar a la mediterránea. Esto quiere decir que prefiere los cereales mínimamente procesados, pescado y grasas saludables como el aceite de oliva.
Además, se prefiere el guiso sobre lo frito o lo asado, ya que de esta forma se preserva el sabor natural y se minimiza la formación de compuestos que, en niveles elevados, podrían provocar enfermedades cardiacas, diabetes y demencia.
Por último, otro principio de la dieta atlántica es preferir los alimentos de temporada cultivados localmente, para evitar los alimentos más procesados.