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PARA EVITAR DESTROZOS
El rediseño del megacohete busca que no se repitan los destrozos de la última prueba de lanzamiento en la que Starship explotó en el aire.
El primer vuelo de la Starship ha dejado a SpaceX con ganas de más. A pesar de que la compañía lo calificó como exitoso, lo cierto es que llegar a la órbita terrestre es una espina que los de Elon Musk se quieren quitar, Es por ello que desde que se produjo ese primer lanzamiento trabajan sin descanso para que el segundo se produzca lo antes posible y para ello están realizando numerosos cambios en comparación a la prueba original.
Elon Musk confirmó a Ars Technica que harán más de 1.000 modificaciones para el segundo despegue de la Starship. Las mismas impactarán en la nave homónima y el cohete Super Heavy, pero no se limitarán a ellos. También se espera la implementación de un nuevo procedimiento para lograr la separación de etapas, así como varias mejoras sobre la plataforma de lanzamiento.
El principal fallo a evitar sería el sucedido en el momento de desacople entre cohete y la nave, una de las fases más complejas. Se trata de una maniobra en la que el cohete gira sobre sí mismo para que, mientras la parte superior sigue volando hasta alcanzar velocidad orbital, el segundo se coloca para amerizar en el Golfo de México.
Este tipo de maniobras es habitual entre los cohetes de SpaceX. Es la forma en la que la compañía recupera sus naves tras el lanzamiento y, aunque en esta ocasión no estaba previsto recuperarlas sobre una base, la previsión es que en el futuro los cohetes aterricen para ser reaprovechados.
En la plataforma de lanzamiento de SpaceX también se están realizando modificaciones notorias. Recordemos que en el primer vuelo de la Starship, la violencia del despegue fue tal que dejó un hoyo en el suelo. Se estima que los escombros se esparcieron en un área de casi 156 hectáreas, y hasta provocaron un incendio.
Para evitar que algo así vuelva a suceder, Elon Musk dice que han optado por una solución "extrema". Por ello, aplicaron 1.000 metros cúbicos de concreto reforzado con acero, con dos placas de acero refrigeradas con agua por encima. "Es como un gigantesco cabezal de ducha al revés. Lanzará agua hacia arriba mientras el cohete está sobre la plataforma para contrarrestar el tremendo calor del propulsor", explicó.
El lanzamiento de la segunda Starship todavía no tiene fecha confirmada. A fines de abril se dijo que las modificaciones a la nave y la plataforma de lanzamiento estarían listas en 60 días. No obstante, dicho período casi finaliza y todavía no hay novedades formales.
No hay que olvidar que SpaceX primero debe recibir una nueva autorización por parte de la Administración Federal de Aviación.